Lo he escuchado varias veces, pero cada vez que lo hago,
las lágrimas saltan de mis ojos como renacuajos en un charco. La piel se me
eriza y se estremece el cuerpo.
Aunque me reconozco apolítico, no dejo de reconocer
cuándo alguien habla de forma coherente y como en este caso, dando una tremenda
patada al sistema totalitario que nos esclaviza.
Una gran charla ejemplarizante y reveladora que Julio Anguita
nos ofrece, y que por supuesto, todos los políticos debieran escuchar y tomar consciencia de ella.
A modo informativo, Julio Anguita renunció
voluntariamente a su pensión vitalicia como ex parlamentario. Este es un dato que ya habla
por sí solo. Me pregunto, cuántos han hecho lo mismo.
Os dejo con la charla: