De REMOLINOS y PUERTAS (una historia real)


Determinados caminos y vórtices energéticos, corrientes telúricas, confluencias de corrientes subterráneas de agua, cuevas y simas, montañas con características determinadas, son espacios de vibración peculiar donde tienen lugar efectos ajenos a nuestro entendimiento, pero que son lógicos caminos que ciertas clases de personas y seres usan a su conveniencia.

Por Ramón Bello Cuadros (Ra. ) 

Hacía tiempo que no me encontraba a mi amiga Julia, ella... pequeñita y afable, fuerte y delicada, con aquella fortaleza que dan los años difíciles y los sinsabores de una vida (la misma que te direcciona hacia las circunstancias que te han de servir de enseñanza "el que los aproveches, solo es cosa tuya") sigue el sendero de su vida con una actitud ejemplar. Ella es un pozo de historias sorprendentes, de curaciones extrañas, de visitantes impalpables pero visibles y reales, de causas con efectos y efectos sin causas aparentes.

Nacida en el 38 del siglo pasado, en plena guerra civil, los difíciles años posteriores hicieron que despertase a una realidad donde el que acepta las condiciones (vive), el que no las acepta, (se amarga).

Ella y su familia vivían en una casa en la que habían convivido con sus abuelos, y de siempre habían conocido las leyendas que giraban en torno al pozo existente, de allí salían remolinos (cuando llovía, nevaba, o simplemente cuando había polvo en suspensión los remolinos se hacían visibles) la vida y la subsistencia seguían siendo difíciles.

Julia observaba el pozo, Julia observaba los remolinos, se quedaba mirando... otras veces jugaba con el resto de las niñas, pero cuando podía, se quedaba a observar escondida y desde prudente distancia esa puerta del remolino.

Solo cuando los remolinos se hacían visibles ella veía extrañada Seres entrar y salir por los vórtices, de esta manera vivió conociendo lo que a nosotros nos es desconocido, sin enfrentarse a ello, aceptándolo como natural, como la vida misma, y así pasaba su tiempo mientras jugaba con seres pequeños y coloridos que (ella afirma) vivían entre las flores y entraban y salían a su antojo.

Mucho tiempo después mi amiga Julia enfermó, unas arritmias cardiacas la mantenían pendiente y dependiente de alarmados médicos y costosas medicinas.

Una noche de las muchas que se encontraba despierta, vio como unos seres vestidos de verde caminaban por su brazo y se introducían en su cuerpo a lo que no prestó demasiada atención ni importancia, pues había contemplado cómo seres altos vestidos de blanco así como otros diferentes entraban y salían del (remolino).

Cuando extrañada les preguntó que hacían allí, por qué se introducían por su brazo en su vena, le contestaron que la estaban curando, que ella tenia que ser fuerte para afrontar todas las circunstancias que se iban a presentar en un futuro.

Así pasaba el tiempo y cuando le llegó el día esperado de volver al médico, en el siguiente chequeo y con los resultados de los correspondientes análisis clínicos, el médico atónito comprobó como la dolencia y enfermedad de Julia no aparecían como otras veces, habiendo desaparecido, se repitieron en uno y otro sitio con los mismos resultados su dolencia, pasó a ser historia y su recuperación, la normalidad.

En una de las apariciones en las entradas de otros Seres, ella les preguntó ¿………? Quienes sois, que hacéis aquí.

¡Somos vuestros hermanos Blancos! respondieron, y estamos aquí para enseñaros que tenéis que aprender que la aceptación de vuestra vida y el aprendizaje a través de vuestras acciones es lo único que debe importaros!

La madre de Julia inquieta (como madre) hizo que taponasen el pozo, pero los remolinos seguían haciéndose visibles y los movimientos de seres seguían su camino a pesar del cierre del pozo.

Por otras circunstancias, la casa fue abandonada y demolida, pero el pozo, los remolinos y el movimiento de seres aún hoy existen.

Esto me recuerda que cuando yo era pequeño mis padres, mis tíos, abuelos y otros mayores, me referían casos parecidos de apariciones de (los hombres de negro, seres altos, enjutos, tocados con vestidos negros y sombrero) aparecían en las carreteras y caminos de la Sierra de Cazorla, aparecían cuando había una muerte, aparecían en los cementerios y también aparecían cuando la violencia se hacía presente en lugares desiertos y despoblados, (se llevaban las almas de los muertos y a veces hasta los vivos desaparecían).

Determinados caminos y vórtices energéticos, corrientes telúricas, confluencias de corrientes subterráneas de agua, cuevas y simas, montañas con características determinadas, son espacios de vibración peculiar donde tienen lugar efectos ajenos a nuestro entendimiento, pero que son lógicos caminos que ciertas clases de personas y seres usan a su conveniencia.

Nota:

No todo lo que se ve se entiende, no todo lo que se entiende se ve.

Existen verdades y manifestaciones absolutamente naturales las cuales no se perciben con nuestros sentidos, pero no por eso dejan de existir aunque nuestro entendimiento no les encuentre explicación.

Realidades más allá de nuestras percepciones a veces se hacen presentes y nosotros... empeñados en mirar nuestro propio ombligo.

Consejo:

Sé curioso y no te cierres, cuando por la noche te encuentres en la cama y oigas unos pitidos agudos en tus oídos, déjate llevar pues tu espíritu sale de tu cuerpo y tú eres consciente de esa manifestación tuya.

Abrid los ojos, poned las antenas, esperad sin miedo, activad vuestra curiosidad solo observando el mundo en que vivimos, seguro que os sorprendéis y os alegráis.

Un abrazo que os ilumine.

Ra. 22/11/2012