La Conciencia del Corazón. El Camino de la Libertad Interior


A continuación os muestro unos pequeños extractos del escrito que tan amablemente Igneón, el autor del mismo, ha querido compartir con los lectores de Preparémonos para el Cambio. Lo ha llamado "La Conciencia del Corazón", al final de la entrada añadiré el enlace para l@s que deseen leerlo al completo, incluso descargarlo.


Así en la Tierra…

Es agosto de 2 012; invierno en la Patagonia, donde vivo desde hace treinta años. Mientras los copos de nieve danzan con el viento frío, no puedo menos que recordar un inverno de hace algunos años, cuando mi corazón me decía que mi vida tenía un sentido y que perseverara en ello, más allá de los escollos, pues disfrutaría de la vida como jamás me lo hubiera imaginado tiempo atrás.

La razón de este relato  que tienes ante ti  es  producto de años de investigación y descubrimientos; con él he  querido dar coherencia y visión acabadas de lo que ha sido mi vida hasta hoy, con mis 52 años. Vida que, como la de cualquier humano de la tercera dimensión de Tierra, está sujeta a muchísimas contradicciones, aciertos y desaciertos; pero también, alegrías, tristezas, logros y mucha, mucha, muchísima camiseta sudada. [...]

Conciencia Materna

Aquí cabe dedicarle algunas líneas a esto de la  conciencia; más aún si digo que es materna.

He de contarte que actualmente, en Tierra Merla, coexistimos dos linajes antagónicos: los Sintientes y los Mentales. Ambos estamos encarnados en Tierra en diferentes razas humanas. 

Los primeros, los Sintientes, somos aquellos que tenemos alma, sentimientos profundos y somos muy sensibles. Los segundos, los Mentales, son aquellos que no tienen alma  –leíste bien- no tienen alma, carecen de sentimientos,  son fríos, distantes y para nada sensibles. Ambos linajes vestimos trajes similares, vestimos trajes humanos.

El linaje de los Sintientes es el linaje de quienes seguimos los susurros de nuestros corazones, por más que sea muy desafiante para nuestra vida actual, que se ha convertido en una vida dogmatizada y dirigida por la mente, el raciocinio y el ver para creer. [...]


La unidad corazón-mente

Cuando nuestra vida claramente la sentimos vacía y sin sentido es porque hemos dejado que la mente se imponga en nuestra experiencia, es porque hemos mantenido al corazón oprimido por nuestra mente. Así, nuestra vida se ha vuelto lo que es, algo muerto y sin brillo.

Por el contrario, cuando valientemente decidimos transitar esa corta distancia física y  a la vez tan larga entre la mente y el corazón, lo que hacemos es ponernos a nosotros mismos en primer lugar por primera vez en 
nuestras vidas. [...]


El Miedo

El miedo es, por lejos, la principal causa de todos los males que nos aquejan como individuo y, por ende, como sociedad. Es el miedo el que acaba por llevarnos a  la estación terminal llamada Tumba, previo recorrido por  las intermedias: Arrogancia, Hipocresía, Dolor, Angustia, Escasez, Limitación, Defensa, Avaricia, Rapiña,  Pobreza, Renuncia, Sacrificio, Postergación, Indignidad, Juicio y un largo y jugoso etcétera.

Si pones atención a las limitaciones de tu vida, verás que todas se resumen en una base llamada Miedo. Es la que está impidiéndote crecer y ser libre. El temor como base de la vida. ¿No te suena desproporcionadamente ridículo?

Ese miedo  ha crecido porque le dimos poder, le dimos nuestro poder de actuar por nosotros. Le dimos el control de nuestras vidas  a la mente, a la más miedosa de las creaciones. La mente es, por lejos, la mayor tirana de nuestra existencia. No por nada hay una frase que dice: somos nuestro peor enemigo; ¡y es totalmente cierto!... mientras nos miremos con los ojos de la mente. [...]

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