Más Verdades de Pero Grullo


Por Ramón Bello Cuadros (Ra. )

Tú eres el centro de tu propio mundo.
Tu eres la brisa en tu aire.
Tú eres la Luz en tu oscuridad y el dolor de tu herida.

Y no te quieras quedar con un sentimiento de vacío, de incomprensión o de duda ante las palabras y frases que te entrega esta pantalla, y si no sabes... ¡pregunta! Y si crees que resuenan en ti, ya es hora que te muevas y te inicies.

De forma sencilla y austera debes adquirir el convencimiento total de que todo aquello que haces, de todo aquello que piensas es lo mejor para ti puesto que eres único y a la vez que diferente, no eres diferente de los demás aún cuando tu propio Universo se encuentre dentro de ti y al lado de otros.

Para elevar tu percepción, para elevar tu propia sensibilidad, para elevarte por encima de los limites y limitaciones que ocultan nuevas perspectivas en tu camino, lo único que has de hacer es iniciar el movimiento, siempre el movimiento hacia ti mismo y lo has de hacer personalmente, materialmente, físicamente, de forma consciente y deseada.

Sea lo que sea que hagas para iniciarte, siempre has de estar convencido, pues te encuentras en un estado en el que el error es inexistente y esto es cierto.

Imagina que inicias un trabajo que desarrollas tendente a conseguir algo concreto, por ejemplo hacer pan y puesto que ya sabes algo, conoces que has de mezclar harina, agua, levadura, sal, aceite, azúcar, etc. trabajarlo hasta formar una pasta homogénea, darle la forma deseada, dejarlo por un tiempo para que laude, encender el horno, ponerlo a la temperatura adecuada, introducir la masa formada y esperar el tiempo requerido, todo lo cual pones en funcionamiento física, química y materialmente, el resultado consecuente no es el mismo que tu esperabas, pues todo sale bien pero te sale un poco blanco y poco cocido ¿te has equivocado, ha sido un error? ¡nunca! Pues esta ha sido una prueba con su propio acierto. Pero tú lo querías un poco mas cocido y con un poco de color, entonces buscarás y encontrarás como conseguir el resultado que tu quieres, pues los pasos y acciones que has realizado te proporcionan exactamente el resultado que los elementos físicos, químicos y biológicos que has mezclado y se han combinado bajo las condiciones adecuadas, tienen que resultar conforme a lo aplicado.

Así sucede con todo lo material e inmaterial pues tal es arriba como es abajo.

Lo mismo que un niño no conoce los secretos de la mecánica ni de la química, nosotros no conocemos los secretos de la elevación espiritual porque nadie nos lo ha contado y porque cada camino es único aún siendo muy parecidos todos. Por eso tenemos que iniciarnos, movernos usando de nuestro conocimiento apoyándonos en nuestro convencimiento.

Es entonces cuando al poner en funcionamiento nuestro conocimiento a través de nuestro propio convencimiento empezamos a realizar pruebas, pruebas oportunas que en mayor o menor número nos llevarán a concluir de una forma satisfactoria la acción que deseamos. Pero para ello hay que moverse, accionarse.

Es de sobras conocido que un niño ha de asistir a la escuela para conseguir un conocimiento que le permita desarrollar una especialidad, asimismo nosotros hemos de conseguir un desarrollo armónico en el cual la pureza y firmeza de nuestros pensamientos convertidos en acciones nos den el resultado apetecido.

Está escrito que a Gautama Buda le vino la inquietud de elevarse y conseguir la Iluminación, inicialmente se fue a la cima de una montaña donde comenzó a meditar, pero una voz le indicó que debería abandonar aquel lugar y llegar al valle donde las circunstancias le serian más favorables. ¿Qué nos dice esto?

Primero, que hay que tener la intención de realizar un acto voluntario e individual tendente a la consecución de nuestro objetivo, deseo o necesidad.

Segundo, que hay que conseguir un lugar donde la vibración del lugar sea lo suficientemente armónica y nos ayude, pues en la montaña el frío, el calor y los elementos no habrían ayudado.

Tercero, que llega un momento de nuestras vidas en que al estar preparados existen indicadores que así nos lo hacen saber (hay que saberse escuchar y entender)

Cuarto, que existen manifestaciones por encima de nosotros que nos Guían, pero que hay que tener ojos, orejas y sensibilidad para poder escucharlas, apreciarlas así como decisión para ejercitarlas y/o ejecutarlas.

De esta forma empezarás a conquistar tus universos uniéndolos a ti de forma natural y consciente.

Un abrazo que te despierte.

Ra. (Noviembre 2012)

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