Los Hologramas 3D que podrás Palpar y Oír ya no formarán parte de la Ciencia Ficción


Si hablamos de imágenes holográficas en 3D, lo primero que nos viene a la cabeza son películas como Minority Report, Matrix, La Guerra de las Galaxias, Avatar u otras tantas de las que hemos podido disfrutar en los últimos años. En ellas siempre observamos fascinados cómo los protagonistas interactúan con hologramas que aparecen de la nada, que mantienen una conversación con un personaje digital, o, bien, que manipulan a su antojo las pantallas holográficas que salen ante sí, incluso que pueden tocarlas y oirlas.

Pues bien, esto ya no solo forma parte de las grandes producciones cinematográficas, ni de la imaginación de un novelista. Esta tecnología ya es posible en la actualidad, y casi con total seguridad estará entre nosotros a nivel usuario mucho antes de lo que podamos pensar.

Tal vez, en la próxima década, la tecnología móvil ya no se asemejará en nada a la de hoy en día; o, quizá nuestro PC ya no lo manejemos de la forma en que lo hacíamos hasta ahora; o, incluso la manera en cómo veamos los los programas de la televisión sea totalmente distinta a la que estamos acostumbrados. Pero lo más importante vendrá de la mano de la medicina, de cómo interactuarán los cirujanos utilizando una herramienta tan desconocida como prometedora e ilusionante en el ámbito de la salud. Realmente, aún se desconoce dónde podrá llegar esta tecnología, pero es fácil vaticinar que, junto a la reciente aparición de la computación e internet cuánticos, y el desarrollo progresivo de los robots y nanorobots en nuestras vidas, junto a la cada vez más sonada inteligencia artificial, será tan revolucionaria que transformará muchos aspectos de nuestras vidas. Resta por comprobar si todo se llevará a cabo desde una conciencia desarrollada, acorde a los nuevos tiempos que se avecinan.

El novedoso sistema holográfico 3D lo presenta esta semana en la revista Nature un equipo de la Universidad de Sussex (Reino Unido), del que forma parte el investigador español Diego Martínez-Plasencia.

“El dispositivo base es un display que genera contenido volumétrico en 3D, formas que flotan en el aire delante de ti, pero al mismo tiempo puede producir audios y sensaciones táctiles que sientes con tus propias manos; es decir, ver, sentir y oír todo a la vez”, explica Martínez.

“Básicamente funciona con ultrasonidos (ondas mecánicas que trasmiten presión a través del aire) –indica–. Con ellos se hace levitar una diminuta y ligera partícula de poliespan blanca, que luego, con la ayuda de un módulo de iluminación RGB (iniciales de rojo, verde y azul en inglés), va adquiriendo distintos colores en cada punto del espacio, según lo que se quiera representar”.

De esta forma, los autores han logrado proyectar letras, números, figuras geométricas, una cara, una mariposa y un globo terráqueo.


“Respecto a los sonidos, se generan de forma similar a la frecuencia modulada de las radios”, dice Martínez. “El ultrasonido no lo podemos oír, pero podemos modular su frecuencia para que se pueda detectar y generar un audio de alta calidad sincronizado con el movimiento de la partícula”, apunta.

Además, las ondas ultrasónicas que producen los transductores que lleva el dispositivo MATD se pueden focalizar hacia un mismo sitio para generar un punto de alta presión, un botón virtual en el 'vacío' que puede sentir un dedo. Como las vibraciones de 40 kHz no aparecen en la naturaleza y no las detecta el cuerpo humano, se varía la frecuencia para que la mano note ese punto de alta presión.

“Nos dimos cuenta que no hacía falta tanta potencia para mover la partícula. Cada tres o cuatro actualizaciones podíamos dedicar una para generar la sensación táctil. Durante ese tiempo la partícula queda libre, pero no pasa nada, enseguida se captura otra vez. Así podíamos proyectar, por ejemplo, una cuenta atrás, que se podía parar con el botón virtual...”, dice el coautor.

“Este dispositivo supone un primer paso en un campo que puede llegar a ser revolucionario, ya que demostramos que se puede controlar la materia y estimular tres sentidos a la vez”, señala Martínez, quien destaca algunas de sus posibles aplicaciones, tanto en el campo de la realidad virtual y diseño de nuevas pantallas o displays, como en el de la biomedicina.



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