Nacimiento a |
¿Cómo Empezó Todo?
¿Cómo Empezó Todo?
Isabel es una mujer de Pamplona muy responsable y trabajadora. En el año 1985 y con tan solo 23 años abrió su propio salón de belleza. Con tan corta edad ya era muy conocida y gozaba de mucha clientela. Adoraba su trabajo.
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Ocurrió que al mes de abrir su salón de belleza, un día cualquiera conoció a una mujer muy especial, su aspecto era como sacada de un cuento de la edad media. Realmente era una mujer extraña. La miró a los ojos y sin articular palabras previas le dijo: -Tú eres pintora.
A lo que le contestó Isabel: -No señora, se equivoca, ni siquiera se dibujar a lápiz.
La mujer la cogió de la mano, la volvió a mirar a los ojos y le dijo: -Tú eres una pintora. La vida te dirá cuando debes pintar. Tú perteneces al arte y la vida te guiará por circunstancias que hará abandonar el negocio que tanto amas por muy bien que te vaya. Eres una persona muy perfeccionista y cualquier cosa que realices la harás bien. Pero la vida no te quiere aquí y te guiará por otro camino. Tú eres un maestro y pintarás desde otras dimensiones. Tu pintura será profética porque tienes una iluminación mística muy poderosa. Tú estás en contacto directo con DIOS y la vida te va a poner por delante pruebas muy duras para que salga el verdadero Ser que hay dentro de ti y cuando eso suceda, alucinarás cuando sepas quien eres realmente.
Isabel en aquel momento no comprendió absolutamente nada, las palabras como “maestro y dimensiones” le sonaban a chino, jamás había oído nada igual. Se sentía tremendamente aturdida por aquella conversación, tanto que no creyó completamente nada de aquella buena mujer. Se aterraba pensar que un día tendría que dejar su tan amada profesión. En aquel momento le pareció todo como una broma de mal gusto o fruto de un ataque de locura de esta persona.
Pero fue tan solo cuatro años después, año 1989 cuando comenzó a sucederle parte de lo que aquella extraña mujer le presagió.
A nivel personal todo comenzó a irse al traste de las peores formas posibles. Crueles y muy duras formas, tal y como le advirtió aquella mujer. Isabel no entendía como la vida le había dado la espalda de aquella manera tan terrible, no hacía otra cosa que ayudar a los demás y trabajar, pero la vida le llevó al filo del abismo arrebatándoselo todo, sin saber como ni por qué.
Un día de manera repentina, Isabel se encontraba paseando con su automóvil por los alrededores de Pamplona. Era todo monte, naturaleza y pueblos. En un momento del paseo se preguntó por qué se encontraba allí. Fue como si algo la condujera por esos lugares tan hermosos y llenos de paz. Pero le gustaba lo que estaba sintiendo y continuó paseando. Algo le estaba sucediendo, comenzó a enamorarse de la naturaleza, a amarla y a sentirla en su interior más profundo. Fue entonces cuando el amor por su profesión se transformó en Amor por la Madre Tierra.
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A la mañana siguiente cuando fue al salón de belleza, se sintió extraña en el lugar donde tantas horas había dedicado. Era como si ya no conociera aquel lugar o como si fuera la primera vez que estuviera allí. Todo su ser sintió que no tenía que estar allí. El mundo se le vino encima.
Aún tardó varios años en desaparecer de su vida el salón de belleza que con tanta ilusión abrió. Una parte de ella se resignaba a dejarlo, pero la otra sabía que tenía que hacerlo y eso lo sentía desde muy profundo. Dejó de amar su profesión, solo la mantenía su perfeccionismo natural que poseía. A aquel momento dramático de su vida se unió también la tristeza de perder su pareja.
A partir de entonces fue cuando comenzó a necesitar de la naturaleza. Ajustó su horario de trabajo de tal forma que cada día salía a dar enormes paseos por la naturaleza los cuales duraban horas. Cuando podía, lo hacía a cualquier hora del día, incluso por la noche, en todas las estaciones del año.
Al cabo del tiempo comenzaron a pasarle cosas con animales, algunos parecían querer comunicarse con ella. Incluso en el salón de belleza empezó a percibir sensaciones muy extrañas. Oía voces pronunciando su nombre, a veces femeninas y otras masculinas, incluso otras eran inapreciables. Su cuerpo comenzó extrañamente a vibrar de forma muy incomoda. A veces sus manos no sentían lo que en ese momento realmente estaban tocando. Cuando tocaba a sus clientas o inclusive a ella misma maquillándose su cara, era como si tocara un vértice de estructura sólida. Era como si sus manos tocaran otra cosa de no se sabe donde, no sabía que era lo que estaba tocando.
A veces en su corazón le comenzaba una sensación desconocida e indescriptible. Una especie de éxtasis extraño en la zona del corazón que solo aquella persona que lo ha sentido puede entenderlo. Para después bajarle a través de los brazos y sentir esa sensación divina en las manos. Sensación de éxtasis con una potencia increíble. En su descripción más idónea es la de sexualmente un orgasmo energético.
Salto Cuántico Pulsar para ampliar el Cuadro |
Hacia el año 1990, un día Isabel se levantó muy rara, había estado toda la noche soñando que pintaba. Se vio pintando unos cuadros increíbles como una auténtica profesional. Al vivir en dos mundos paralelos sentía una extraña sensación en el cuerpo, más bien en su alma. Por un lado vivía en una pesadilla y por otro en un mundo del que no tenía ni remota idea de que era todo aquello. Ambos mundos a la vez no le dejaban tregua. Isabel entonces no era consciente aún de nada. Ella tan solo sentía y percibía, a veces no muy buenas sensaciones, pero todas ellas tenían sus motivos.
En agosto de 1990 se percató de que tenía que pintar. La vida le avisó por fin, tal y como le profetizó aquella mujer (“la vida te dirá cuando”). ¡Y vaya si le dijo cuando!. “Ellos saben como hacerlo, se encuentran dentro de ti, te muestran infinidad de señales de todas la formas posibles, de las cuales, algunas de ellas pueden incluso agobiar a la persona. No terminan hasta que la persona se de buena cuenta de ellas”.
Todo en su vida comenzó a tornarse sobre la pintura, cada cosa que leía, veía u oía era relacionada con el arte de pintar, todo puesto delante de ella de forma premeditada y misteriosa para hacerla despertar. Cuando trabajaba en su salón de belleza era solo su cuerpo el que estaba presente, pues su mente se encontraba pintando. Se iba a dormir y era pintando, todo era pintar y pintar. Cuando paseaba por la naturaleza controlaban sus ojos desde el otro lado, no veía nada más que colores y más colores por todos lados, de una manera que nunca antes había visto, llegándole en ocasiones a producir estrés. TODO en su vida le decía ¡¡PINTAAAA!!. Fue todo tan evidente que Isabel comenzó a hablar en voz alta. -¡Que quieres que pinte! gritaba enfadada. Lógicamente Isabel no tenía ni idea de lo que tenía que representar en pintura. No sabía por donde comenzar ni de que hacer. Ella se negó a hacerlo, pero cada día era aún peor, su cabeza era una explosión de arte, que quería expandirse de alguna forma.
Dos Fuerzas que se Unen, Amor y Conocimiento = Creación Pulsar para ampliar el Cuadro |
Isabel comenzó a sentirse mal anímicamente, estaba cansada de tanto arte. Incluso suplicó que la dejaran en paz, pero cada día se encontraba peor, muy triste y deprimida, no veía nada más que arte y color por todos lados. Deseaba con todo su corazón que aquella pesadilla se terminara. Pero curiosamente todo concluyó el 4 de octubre del año 1990, cuando por fin comenzó a pintar. En tan solo unas horas realizó un cuadro al completo, sin saber como lo había hecho ni por qué. Estuvo cuatro horas sentada observándolo incrédula, aún viéndolo no se lo podía creer. -¿Cómo es posible? Se preguntaba.
Su necesidad de pintar era absoluta, similar a cuando tenemos mucha hambre y necesitamos urgentemente comer.
A partir de entonces una especie de fuerza o energía de otras dimensiones dirigen sus pinturas. Simplemente se sitúa frente al lienzo e inmediatamente ve el cuadro que tiene que realizar. Para Isabel la percepción del tiempo ya no es la misma. Horas que parecen minutos y días que parecen horas son las sensaciones que tiene cuando al entrar en su particular universo se pone a pintar. Recuerdos que se pierden en el tiempo y tiempo que se pierde en el vacío, pero quedando siempre su pintura en este mundo cuando su conciencia viaja a otra dimensión. Sin saber como ha realizado la pintura, Isabel queda aturdida.
Amor para el Sufrimiento y |
Mensajes o canalizaciones que vienen de fuera, que parecen querer decirnos algo, representadas en los cuadros que Isabel hace desde entonces, con ayuda de otras dimensiones.
Para contactar con Isabel: Isasol63@hotmail.com
A continuación os muestro un video describiendo los mensajes de sus cuadros:
A continuación os muestro un video describiendo los mensajes de sus cuadros: