La Importancia de Seguir tu Instinto [reposición]


(Las siguientes palabras son para recibirlas en tu Corazón, no van dirigidas a tu mente)

Nuestro instinto es esa voz interior que nos insta a seguir nuestro verdadero camino, es esa Luz que nos guía, que nos marca el rumbo correcto en nuestras vidas.

El apoyarnos en nuestro instinto nos da el sustento y valor necesario para emprender nuestro camino con Confianza y seguridad. Es el impulso de nuestro Corazón que nos llama a emprender nuestro camino por la senda correcta, la inclinación de nuestro Ser en comunión con nuestra naturaleza.

La naturalidad es la senda a seguir, apoyarnos en nuestro instinto es vibrar con esa armonía que resuena en nuestro interior, que armoniza a su vez con la propia sinfonía que emana la existencia. Dejándonos Ser, dando rienda suelta a nuestros más genuinos y profundos impulsos.

Nuestros instintos rezuman aires de libertad, frescura y singularidad.

Cuando sientas turbación en tu vida, ten por seguro que estás desatendiendo a tu instinto, estás alejándote de la esencia de tu naturaleza, haciendo que te desconectes con la esencia de la propia existencia. Pues la existencia y tú sois Una, no podría suceder la una sin la otra.

Cuando te sientas confus@ o perdid@ en tu camino, lo primero que te debes preguntar es, ¿son estos pasos que ahora estoy dando los que me marcan mi instinto?

Toma consciencia de ello, y actùa en consecuencia enfocando tu atenciòn de nuevo en tu instinto, en tu propia naturaleza, tu guìa interior, en tu ilimitado Potencial.

Sigue tu instinto procurando que tu mente no interfiera en esa sagrada conexión, despliega tus alas y lánzate al vacío de la plena Confianza en tu propia naturaleza, ¡y vuela alto en aras de tu más exquisita Libertad!

Y sí, esto a veces nos puede llevar a tropiezos y caídas, mas la vida se trata de eso, de caer y sobre todo, de aprender a levantarnos. ¡No perdamos de vista que el peor fracaso es no hacer el intento!

Ser uno mismo no implica no equivocarse, sino afrontar con Confianza nuestros errores.

Namastè