Al finalizar su conferencia, todos estaban tan avergonzados que no pudieron ni aplaudir


Es una breve charla de 6 minutos que convocó a un grupo de profesionales con la promesa de exponer los trucos y curiosidades que usa la industria de la alimentación para incrementar sus ventas. Conforme avanza el vídeo, la vergüenza asoma en nuestras mejillas a la vez que lo hace en las de los asistentes. Merece la pena ver el vídeo y las caras de sorpresa y rechazo de los espectadores ante la sinceridad y el cinismo de la conferenciante que ofreció a los asistentes una charla que no esperaban oír.


Quien está detrás de la charla es la organización Compassion in World Farming. Y Kate Cooper era realmente una actriz actuando en el papel de experta en marketing para poder exponerles con frialdad y claridad cómo nos engañan para que compremos lo que no necesitamos y cómo nos manipulan para hacernos creer una producción idílica de alimentos que no se corresponde con la realidad. Nos lo advierte claro:
“La producción de alimentos actual es crueldad sistematizada a una escala masiva y nosotros solo tenemos éxito porque todo el mundo está dispuesto a mirar hacia otro lado”

Estos son los 3 secretos del marketing de alimentos que detalla en el vídeo:
  1. Todo el mundo cree lo que pone la etiqueta pero conceptos como “natural”, “de granja”, “como lo hacía tu abuela” son engañosos.
  2. Se ha asociado el progreso a la industrialización de la comida y esto tiene un precio (el 50% de los antibióticos en el mundo se usan en animales de granja).
  3. La ignorancia voluntaria y protectora: los consumidores prefieren no saber de dónde vienen los alimentos.

¿Piensas que no has sido engañado aún? Si te ha gustado el vídeo déjanos enseñarte otros casos algo más sencillos y que puedes encontrar en el supermercado. Por ejemplo, la legislación actual en España prohibe usar “artesanas” o “bio” si la producción no es realmente artesana o biológica. Pero las marcas encuentran cualquier truco, por tonto que sea (o quizás porque nos toman por tontos) para engañarnos. Mira estos dos ejemplos:

Como no puede ser Biocentury ahora lo llaman “Bicentury” (igual que Biofrutas, que pasó a ser Bifrutas).




Aún más “vergonzoso” es el caso de las Lays “Artesancis” ya que no pueden ser “Artesanas”. A pesar de ello, a penas modificaron su tipografía para engañarte y hacerte seguir leyendo “Artesanas”.




Comparte y ayudarnos a difundir que la “ignorancia” no puede seguir siendo una excusa para nuestra responsabilidad en la producción de alimentos.

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