Nuestro origen es extraterrestre. Los Anunnaki, así fueron nombrados por los sumerios


La antigua Sumeria, con casi nueve mil años de antigüedad, fue la primera civilización humana. Ésta dejó entre sus ruinas multitud de tablillas con escritura cuneiforme, cuya información nos hace cuestionar nuestros orígenes. Entre otras cosas, también dejaron adelantos tecnológicos que aún desconciertan a los científicos.

Pero lo más inquietante para muchos investigadores es la posibilidad de que nosotros como raza fuimos un producto de la hibridación genética. Según cita estas escrituras, los Anunnaki mezclaron el ADN originario de los homínidos más evolucionados del planeta con el suyo propio. Muchos interpretan que esta hibridación se llevó a cabo con la intención de crear un ser (los Lulus) lo suficientemente fuerte, ágil e inteligente como para llevar a cabo las tareas más duras. Pero, ¿realmente fue este el único propósito?

Los sumerios llamaron Dioses a los Anunnaki, sin embargo, algunos investigadores piensan que este nombre no fue referido a una única raza extraterrestre, sino que lo propios sumerios lo asignaban con posterioridad a todo Ser que bajaba del cielo.

“Los que del cielo descendieron a la Tierra”

Los antiguos sumerios heredaron (heredamos) de los Anunnaki su cultura, la ciencia, la tecnología, el bien y también el mal. Porque ciertamente hay que decir que aquellos seres venidos de las estrellas, como ellos decían, también discurrían entre ambas polaridades. Los había malos y muy malos, al tiempo que entre sus almas igualmente existían los que debido a su gran elevación espiritual no podían hacer otra cosa más que el bien.

Por ello Enki, autor clandestino de la hibridación, puesto que la realizó a espaldas de su padre Anu y su hermanastro Enlil, guardó celosamente su secreto en el interior del ADN humano para que, en la posterioridad, y solo cuando la civilización humana estuviese preparada, despertara en ella todo su potencial.

En referencia a lo físico, decían de los Anunnaki que tenían aspecto humanoide, algo más altos que nosotros, y que su piel parecía escamosa. Sin embargo, no todos poseían estas características, lo que irremediablemente nos hace pensar que entre ellos con casi total seguridad también existiera hibridación con otras razas del cosmos.

Esto nos sugiere que, si la teoría de los antiguos astronautas es cierta, nosotros como especie somos una mezcla de multitud de razas extraterrestres. ¿Tal vez un experimento genético que dé lugar a una raza con unas características muy superiores de las que apenas reconocemos, cuyo tiempo nos brinde respuestas para lo que en verdad fuimos creado?

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