Quien nos diría hace tan solo unos años que nosotros tenemos el poder de transformar nuestras vidas. Más que transformarla podemos crearla, diseñar nuestra propia realidad. Y es que pienso que la Física Cuántica, aún tiene mucho que decirnos, solo hemos comenzado a descubrir una pequeñísima porción de lo que nos puede aportar en un futuro, pienso que no muy lejano. Gracias a ella muchos escépticos han comenzado a cambiar sus perspectivas de lo que realmente supone vivir de una forma espiritual.
Es maravilloso saber que nuestros pensamientos e intenciones hacen el camino hacia nuestro futuro. Estamos creando los hologramas que finalmente utilizaremos para convertirlos en nuestra propia realidad. Esto ya lo sabían los antiguos budistas antes de que nosotros comenzáramos a descubrir esta nueva física (la Física Cuántica o también llamada Mecánica Quántica). Es por esto la importancia que tiene todo este asunto, el conocer bien estas leyes del universo, tanto del micro como del macrocosmos, en los que al final ambos se unen en el UNO, ya que todos estamos interconectados de una manera u otra.
Claro que este poder lo podemos utilizar tanto para crear como para destruir. Si nos limitamos a ver por televisión, a conversar o leer sobre noticias negativas, violencia, competición por ser los primeros, guerras, enfermedades, crisis económicas, etc. Estaremos alimentando nuestros pensamientos con toda esta energía negativa, y aún sin saberlo estaremos contribuyendo a crear más de lo mismo. Pero si por el contrario cambiamos todo eso con pensamientos agradables y benefactores sean cual sea estos, el holograma que estaremos creando será un espacio tiempo donde desearemos vivir. Si a esto le añadimos los sentimientos que alimentamos con el Amor, el poder se hace aún más fuerte. Pero a menudo las personas confundimos el amor al amor que podemos dar a nuestra pareja, hijos o seres queridos. Este es un amor muy pequeño con la verdadera exención de la palabra, puesto que el amor no debe tener fronteras, ni prejuicios ni tampoco limitaciones. De nada nos sirve amar mucho a nuestros hijos, si después maltratamos o no ayudamos a otras personas, y cuando digo ayudar no quiero decir darles dinero u objetos materiales. Ayudar significa algo más grande que eso, es alimentar a la otra persona con tus sentimientos, en algunos de los casos una simple sonrisa puede bastar, o incluso un gesto de gratitud hacia ella también.
Si nuestras intenciones son reforzadas con AMOR, nuestros pensamientos creadores harán el resto, y de algún modo todos nos estaremos beneficiando de la verdadera creación divina.
Cuando comencé a hacerme las preguntas existenciales que nos hacemos todos, lo primero que me llamó la atención fue precisamente la Física Cuántica. Leí libros, vi películas-documentales sobre el tema y desde entonces siempre me ha interesado esta nueva ciencia de la conciencia.
Seguramente muchos de vosotros la habréis visto ya, pero la pongo para compartir con todas las personas que quieran volver a verla, o simplemente aún no la hayan visto. Esta es la versión extendida de la película al completo de: “¿Y Tú Que Sabes?, Dentro de la Madriguera”.
¿Como quieres que sea tu vida? ¡¡Tu eliges…!!