¡Todo está cumplido!


Viernes Santo:

”Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Todo está cumplido!. E inclinando la cabeza, entregó el Espíritu” (Juan 19,30).

¡Todo está cumplido!. Es la hora, llegó el momento. En el Aquí y Ahora sólo resta hacer nuestro, en la esencia más íntima y sagrada de cada uno, que “Todo está cumplido” y penetrar en el Paraíso que ya echa sus raíces sobre la Tierra en forma de una nueva frecuencia vibracional de Armonía y Amor, mucho Amor.

¡Todo está cumplido!. Todos los Puentes de Einstein-Rosen están tendidos para que nuestra Multidimensionalidad, la de cada ser humano y la del ser vivo que es el planeta, aterrice en este plano y el Cielo ancle en la Tierra.

¡Todo está cumplido!. Todos los anillos de gusano están operativos y en pleno funcionamiento con el fin de que las hebras de nuestro ADN se destensionen y sus doce capas se activen para que brille nuestro Linaje Divino y la Ascensión se consume, recuperando la Memoria de un Viaje que comenzó en el No-Tiempo y en el No-Tiempo fluye y continuará fluyendo

¡Todo está cumplido!. Todas las puertas están ya abiertas: las que unen tu corazón y el mío y fusionan ambos con el corazón común de la Humanidad y el de la Madre Tierra; las que nos unen con el corazón del sistema solar, el Padre Sol, y con el que, localizado en Sirio, agrupa energéticamente el grupo de sistemas en el que solar se inserta y juntos conviven en la Vía Láctea; las que nos unen a Alcióne, corazón de ese gran portal interdimensional que son Las Pléyades, y desde ahí nos vuelcan hacia el Centro-Corazón Galáctico; las que nos unen con el Centro de Andrómeda, cual corazón del grupo de galaxias en el que la Vía Láctea se inscribe y comparten existencia en el seno del Universo; las que nos unen con el corazón de este Universo y con el de los demás Universos que conforman el Multiverso en el que en el Aquí y Ahora desenvolvemos nuestras experiencias; las que nos unen a los corazones de todos los Multiversos, Omniversos y MultiOmniversos que constituyen la Creación en su totalidad y Unicidad; y las que nos unen al corazón de la Creación y al Corazón de Dios, que es el nuestro.

¡Todo está cumplido!. Así es. Ya podemos escuchar y sentir en nosotros mismos el Latido de Dios y el Latido de la Creación, Naturaleza tan Viva como Divina. Y con su acompasado ritmo latiendo en nuestro interior, comprobar nuestra Esencia Co-Creadora. La que hace posible que la Luz de nuestra dimensión álmica (vibración multidimensional de frecuencia muy elevada), alentada y animada por siempre y desde siempre por la fuerza del Espíritu Uno y Nuestro (Vibración Pura e Infinita, Amor, Cristo), impulse y lance el Mundo de las Formas y el Verbo (vibración que se condensa en las Dimensiones más densas) hacia nuevas Dimensiones y nuevas modalidades de existencia en la que Dios -y tú y yo- se manifiesta.

¡Todo está cumplido!. Ahora toca la Gozada. Redescubierto que Todo es Perfecto, toca Vivir, sólo Vivir, ni más ni menos. Vivir en un maravilloso contexto en el que todo es verdad y nada es Real precisamente para que podamos ejercitar nuestra Magia.

Palabras vivas

Como escribió CH. Péguy en El pórtico del misterio de la segunda virtud (Ouvres poétiques complétes, París, 1975, pp. 588s),
“Jesús no nos ha dejado palabras muertas para que las encerremos en pequeñas (o en grandes) cajas o las conservemos en aceite... Las palabras vivas sólo pueden conservarse vivas... Y de nosotros depende hacer vivir y alimentar y mantener vivas en el tiempo aquellas palabras pronunciadas vivas en el tiempo... A nosotros nos corresponde y de nosotros depende hacer que se entienda por los siglos de los siglos la palabra del Hijo de Dios”.

Frente a esto, los ritos y los textos del Viernes Santo se repiten inmutables año tras año y, en demasiados casos, de manera puramente automática y sin alma. Sin embargo, las palabras pronunciadas por Jesús el día de su expiración como hombre están llenas de Alma y plenas de Vida. Y son un mensaje que transciende la Historia para situarse radiantes y abundantes en un Aquí y Ahora que es Tiempo de Evolución y Dicha para la Humanidad y para la Madre Tierra.

¡Todo está cumplido!. En primer lugar, hace dos mil años, la vida terrena de Jesús, la obra que el Padre le confió para que la cumpliera.

¡Todo está cumplido!. También desde hace dos milenios, están cumplidas las Escrituras. Y no en tal o cual punto, sino en bloque, todo el Antiguo Testamento, siendo el “¡Todo está cumplido!” la gran página que fusiona y hace uno los dos Testamentos, el Antiguo y el Nuevo.

¡Todo está cumplido!. Está cumplida y completada la Resurrección de Jesús y, con ello, en el Aquí y Ahora, la superación definitiva del viejo mundo, que queda sustituido por un Mundo Nuevo: la ley sustituida por la Gracia, la irrealidad holográfica por lo Real, la Tierra por una Nueva Tierra y la Humanidad por una Nueva Humanidad. Están cumplidas de esta forma no sólo las esperanzas de un pueblo, Israel, sino las de todos los pueblos y las de todos los seres humanos.

¡Todo está cumplido!. Y sobre todo y de qué manera, en el momento presente está cumplido y consumado el destino humano, que no es otro que traer el Cielo a la Tierra y transformar a ésta en un colosal Paraíso donde el único requisito para entrar es, precisamente, estar desnudos. ¡Sí, desnudos!: libres por fin de tantos apegos, cargas, capas, pertenencias, miedos, culpas y autolimitaciones mentales arrastrados a lo largo de la Historia.

¡Todo está cumplido! es, en definitiva, la Proclamación Crística de nuestra Libertad para ser el Dios que Somos y disfrutar de una Felicidad que es nuestro Estado Natural.

Abrazos, Besos y Bendiciones de Amor y Gozo.

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Dedicado a Soy, querida A., con tanto Amor…
Por tu Acompañamiento en el No-Tiempo;
por tu Inspiración en el Aquí y Ahora; y
por lo que los dos sabemos y pronto todos sabrán, pues… ¡Todo está cumplido!.
¡Qué Alegria!; ¡qué Libertad!


¡Gracias querido Emilio por hacer que estas palabras continuen VIVAS y con ALMA!