...los rayos del sol que por una afortunada coincidencia son tijereteados por las hojas de tal manera que se genera un patrón y un ritmo de luz que va alterando la mente de la persona que atraviesa ese escenario...
Las máquinas Lucid Light Stimulator y Lucía 3 lideran la última
generación de máquinas de estimulación fótica, posiblemente capaces de
alterar o sincronizar las ondas cerebrales para generar una descarga de
DMT.
La alteración de la conciencia a través
de la luz es un fenómeno inmemorial que probablemente tiene su origen en
la exposición al sol al atravesar un bosque o una selva: los rayos del
sol que por una afortunada coincidencia son tijereteados por las hojas
de tal manera que se genera un patrón y un ritmo de luz que va alterando
la mente de la persona que atraviesa ese escenario –o quizás también
dentro de una cueva. Ptolomeo en la antigua Grecia ya describe “la
euforia” que producen estos patrones de luz. En su libro “Cielo e
Infierno”, apéndice de “Las Puertas de la Percepción”, Aldous Huxley
cita a la fotoestimulación (pirotecnia y estrobos) como una forma de
entrar en estados de conciencia alterados que producen alucinaciones o
visiones sagradas.
Fue Brion Gysin, el genial artista amigo
de William Burroughs, quien inauguró la era moderna de la
fotoestimulación, construyendo la famosa Máquina de los Sueños, un
aparato análogo que consistía de un cilindro con arabescos perforados
girando sobre una tornamesa a cierta frecuencia –emulando las ondas
cerebrales alfa. La exposición a los patrones de luz que genera la
máquina de sueños a corta distancia hacía que los sujetos entraran en
un estado hipnagógico, similar a la fugaz antesala de los sueños. Gysin
concibió su máquina onírica cuando iba en un tren y la luz del sol era
recortada por los árboles y edificios del camino, al tiempo que se
sumergía en un estado de duermevela, de dulce semiconciencia.
En el siguiente video, a partir del
segundo minuto podemos ver una demostración de como funciona el Lucid
Light Stimulator, aunque está en alemán de cualquier forma se percibe el
funcionamiento de esta prometedora máquina de luz diseñada para entrenar las ondas cerebrales.
En la temprana excitación de la
estimulación fótica, tan apropiada para su método cut-up de la realidad,
William Burroughs describió el potencial de la luz como agente
creativo:
“Los destellos crean una vibrante multiplicidad de imágenes en relación constantemente alterándose las cuales hace de los collages
y ensambles del arte moderno totalmente ineficientes y lentos. La
historia del arte ya no se está creando. La historia del arte como la
enumeración de imágenes individuales acabó con la introducción directa
de la luz como el principal agente de creación de imágenes que se han
convertido en infinitamente complejas y todo-penetrantes. El cometa es
la luz”.
En un post siguiente relatare la
historia de la fotoestimulación y las máquinas de luz y sonido, pero diré, antes de hablar de la última y más avanzada versión, que el genial
Robert Anton Wilson relató haber tenido una experiencia de
desdoblamiento corporal usando un máquina de fotoestimulación llamada
Pulstar, en la cual el registro electroencefalográfico marco ondas
planas (como en la película Flatliners).
Si bien las máquinas de fotoestimulación
son lúdicos aliados para la psiconáutica no es fácil tener una
experiencia verdaderamente psicodélica con cualquiera de estos aparatos.
Intervienen muchos factores para realizar una lúcida sincronización de
ondas cerebrales con las frecuencias luminosas y disparar al sujeto a un
sueño despierto de fractales, sanación y hasta conciencia brahmánica.
Sin embargo, al parecer la máquina de fotoestimulación más poderosa
hasta la fecha ha llegado al mercado, la Lucid Light Stimulator,
desarrollada por neurofísicos austriacos y su versión actualizada, con
cariño, Lucía 3, la cual cuenta también con un neuroestimulador
eléctrico.
Sin haber probado los efectos de esta
máquina, la tecnología y las recomendaciones son las más impresionantes
desde la década de los 90 cuando Tim Leary y Douglas Rushkoff inflaron
la burbuja de las máquinas de luz y sonido y del brain entrainment. El neurocietífico Anthony Peake, de quien escribimos en el artículo Visiones Holográficas al final del tunel: explorando el misterio cuántico de la muerte, sugiere
que Lucía 3 podría propiciar la generación de DMT endógeno del cerebro
humano. El DMT es uno de los psicodélicos más potentes del mundo,
presente también en el cerebro humano, análogo a la serotonina; según
teorizan algunas personas como el Dr. Rick Strasmann las experiencias
cercanas a la muerte pueden ser provocadas por una producción de DMT
endógeno. Aparentemente este aparato se enfoca en la glándula pineal, el
asiento del espíritu según el misticismo de las épocas.
Los creadores del Lucid Light Stimulator describe su invento:
“Un poderoso neuroestimulador que genera
patrones de onda electroencefalográficos que normalmente sólo ocurren después de varios años de practicar meditación. Ya que el proceso
involucra neuroestimulación puntual, y no sólo la reproducción del
fenómeno causado por la luz brillante, el curso de cada aplicación es
diferente. Lucia 3 facilita las experiencias trascendentales que de otra
forma sólo ocurren en situaciones extremas, i.e., cercanía a la muerte,
consumo de enteógenos, etc. y subsecuentemente genera los mismos
efectos positivos posteriores”.
Toda experiencia de fotoestimulación es una experiencia de neurofeedback,
contemplación en el espejo de las ondas cerebrales y como tal requiere
cierto aprendizaje para llevarse (o dejarse llevar) a un estado de
trance. Esto es lo que sugiere Peake, que tal vez haciendo lúcida la
estimulación de la luz podamos llevar al cerebro a descargar DMT de
forma natural y entonces habremos abierto el vórtice en el centro de
nuestra frente.
En la página del Lucid Light Stimulator
sus creadores documentan su viaje al Tibet con este aparato y sus
experiencias con expertos meditadores, los cuales reportaron que la
máquina les permitió entrar con mayor facilidad a un estado de
conciencia elevada, mandalas, fractales, paz y éxtasis…
Habría que probar este aparato, pero no hay duda que tarde o temprano alguien lograra hackear la luz para abrir los portales de la conciencia. El mismo William Burroughs escribió que todo lo que se podía hacer en el cerebro por vía química podía ser reproducido por otras vías… La luz es la droga.
Gentileza de Juan David Mesa Parra
Comentario al respecto: Muy interesante me parece este invento tecnológico. Siempre he creído importante el uso de la ciencia, si ésta se hace con conciencia, ¡claro!. Pero sabiendo que, ciertos patrones de Luz facilitaría la estimulación de nuestra conciencia, incluso llegándonos a sanar, ¿por qué no utilizamos nuestro sol a través de nuestros árboles dando un paseo en plena naturaleza?. De esa forma comenzaremos a valorar mucho mejor el entorno que nos rodea y que nuestra madre Tierra nos da, para que lo utilicemos de forma consciente y respetuosa. Ese paseo por la naturaleza no solo te estimulará el estado de tu conciencia y la de los tuyos, sino que te dará muchas más cosas de la que realmente puedas imaginar.
Es tiempo de "comunica-acción" con nuestra naturaleza el alma de nuestro planeta.