Algo está cambiando, algo se está despertando en mi día a día y como por arte de magia veo el sendero clarísimo, cuando antes no veía ni la luz. Ya creo saber hacia dónde voy.
Sucede que cada vez estamos rodeados de más gente, pero cada día nos sentimos más solos. Lamentablemente en estos tiempos veloces de la era tecnológica donde el “cuanto tienes” está por encima del “que tienes”, donde importa más el fin que el propio medio, donde nos cuesta detenernos a pensar en nosotros mismos, en todos, en el universo o en temas que nos pueden hacer pensar más de lo normal. Estamos acostumbrados a que la computadora piense por nosotros, cada día nos esforzamos menos para ejercer nuestro cerebro... y ni hablar del lado derecho donde predomina lo emocional. Aun así tengo fe, tengo fe de que podemos cambiar, de que todos queremos cambiar, de que necesitamos cambiar. No sabemos como, por dónde empezar, con quien, ni por qué.
¡Ying-yang de la tecnología! Podemos notar lo afortunados que somos de poder tener a nuestro alcance toda la información que deseemos. Que esto no nos dé miedo de querer saber más, más y más... pues de esto se trata, de saber más y luego poder, con toda esta información, estar alertas a las señales del universo, estar en un constante fluir, evolucionando y elevándonos como seres espirituales.
Cada vez somos más. Algo está cambiando, algo se está despertando en mi día a día y como por arte de magia veo el sendero clarísimo, cuando antes no veía ni la luz. Ya creo saber hacia dónde voy. Sigamos con ganas de absorber conocimiento, el más allá, no nos quedemos con el conformismo, con lo fácil, con lo que nos venden, o con lo que leen o miran los demás... Sigamos mas allá, no involucionemos, no nos detengamos.
Mercedes de Pablos para Preparémonos para el Cambio