El Universo es curvo, nuevo estudio lo demuestra


Para explicar la actual expansión del Universo únicamente cabe una cosa, que su continuo movimiento adquiera la forma de un formidable toroide, y que de su centro surja todo lo que lo compone.

Hasta a fecha de hoy los científicos se decantaban por la creencia de un Universo plano, que se expandía hacia el infinito, pues bien, en contra de esta teoría respaldada por la mayoría, un reciente estudio publicado en Nature Astronomy por investigadores del Reino Unido, Italia y Estados Unidos afirma que, efectivamente, el Universo se expande, pero dibujando una curvatura. Al menos hasta donde podemos percibir teniendo en cuenta la dimensionalidad del espacio.

Esto indica que si el Universo es curvo tendría que existir un punto donde la superficie curva se intercepte; o lo que es lo mismo, habría de crearse una especie de inmensa burbuja suspendida en el Cosmos. Esta teoría ya se conocía anteriormente como Universo Cerrado.

Pues bien, gracias a una “anomalía” en la radiación de microondas del espacio (CMB) se ha podido demostrar esta nueva teoría. Los últimos datos sugieren que la gravedad “dobla” las microondas en mayor medida de lo que científicamente se podría explicar. A pesar de este descubrimiento la comunidad científica se encuentra dividida por ambas teorías. Sin embargo, futuras investigaciones pretenden poner fin a dicha confrontación.

Mi punto de vista sobre este hallazgo

Siempre he pensado en un Universo curvo y cerrado, de naturaleza dinámica, que nunca se detiene, y que siempre está en continua evolución. La vida en sí misma es movimiento, es cíclica, y por lo tanto evolutiva. La imagen que mi mente siempre ha proyectado del Universo tiene forma de geometría toroidal. No concibo el Universo con una figura distinta a esta.

Lo podemos ver en la naturaleza

Miles de frutos presentan una forma toroidal. A partir de un punto se crea, luego crece y desde allí se expande dibujando esta inteligente y bella forma.

Los árboles también tienen forma toroidal. Si miramos a través del suelo comprobamos que sus raíces se expanden de la misma manera que las ramas superficiales, y que el tronco es el eje que las une, cuya energía fluye a través de él.

Lo podemos ver en los planetas

Sabemos que nuestra esfera azul dispone de un escudo que nos protege de la radiación solar y otros agentes externos. Este escudo parte de los polos y tiene forma toroidal.

Lo podemos ver en las personas

En contra de lo que pueden creer muchos, no solo somos un montón de carne y huesos, también disponemos de una energía que nos da la vida, y que fluye a través de nuestro cuerpo, la cual podemos llamar alma o conciencia. Adivinad que forma tiene.

En fin, apenas prestamos un poco de atención, comprobamos que la geometría toroidal podemos hallarla en infinidad de diversas representaciones de la vida, más incluso de lo que en un principio podíamos llegar a pensar.

Conclusión

Mi teoría al respecto es que, efectivamente, al igual que postulan los científicos, el Universo se encuentra en continua expansión. Sí, ciertamente es así. Sin embargo, pienso que nuestro Universo, por supuesto no es plano, ni tan siquiera esférico. Para explicar la actual expansión del Universo únicamente cabe una cosa, que su continuo movimiento adquiera la forma de un formidable toroide, y que de su centro surja todo lo que lo compone. Esto también explicaría su constante dinamismo, puesto que la figura toroidal daría una energía infinita a su existencia evolutiva.

Ahora bien, si toda la existencia parte del Centro o Fuente, y fluye a través de su superficie toroidal, ¿acaso regresamos a dicha Fuente con el propósito de haber aprendido algo, de haber elevado nuestra conciencia al punto de recordar quienes somos en realidad, y para qué estamos aquí? Es en este punto cuando la ciencia tendrá que dar la mano a la espiritualidad, y ésta aceptarla con agrado, uniéndose en una simbiosis mutua.