TELEBASURA. Desinformación galopante en un noticiero español, con un burlesco y tendencioso informe sobre “teorías conspirativas”


Sucedió en el noticiero de “La Sexta”, uno de los principales canales de televisión en España. Conscientes o no de serlo, los desinformadores tras las cámaras y los “presentadores ejecutores” delante de ellas (porque no se les puede llamar periodistas en el sentido auténtico y honesto de la palabra), escupieron o deyectaron sobre la audiencia un disparatado informe acerca de las “teorías conspirativas” que -según ellos- habrían proliferado con motivo del reciente cierre del espacio aereo europeo, a causa de las cenizas lanzadas a la atmósfera por un volcán en Islandia.

Esta era una circunstancia que los guardianes de las verdades oficiales no podían dejar escapar, para lanzar una nueva cortina de humo sobre cualquier intento presente o futuro de negar o contrariar la versión oficial respecto a temas candentes de interés general. Y nada mejor -para extender y propagar dicha cortina de humo- que recurrir a las palabras mágicas -”teorías conspirativas” y derivados-, las cuales han probado ser bastante eficaces durante más de un siglo, en el propósito de mantener a la opinión pública apartada, descreída y desinteresada respecto a las informaciones veraces que -hoy desde internet y hacia afuera- están creciendo a un ritmo que, de hecho, ya es muy peligroso para que el sistema pueda seguir manteniendo formalmente las apariencias por más tiempo y con la suficiente comodidad.

La élite está perceptiblemente incómoda, visiblemente molesta, por el progresivo incremento de consciencia de los ciudadanos, por la disidencia y el activismo en constante aumento, y no duda en perder toda clase de decoro para emitir su basura desinformativa a través de televisión, prensa y radio, convertidos en mecanismos rectales que excretan falsedades e idioteces a la población, de forma indiscriminada. Y es esto precisamente -la desfachatez y el descaro con que lo hacen- lo que está abriendo los ojos a muchos, antes despistados. ¿Cómo puede ser posible que en los principales medios informativos se ponga tanto énfasis, energía, tiempo e imaginación en contenidos grotescos, burlescos o distractivos, de manera tan claramente tendenciosa? ¿En esto se ocupan los periodistas hoy? ¿Esta es la información de calidad que merecen los espectadores, por la cual tienen encima que pagar? ¿Es esto información realmente? ¿Estamos ya en el Mundo Feliz de Aldous Huxley, o en el 1984 de George Orwell? ¿De verdad tenemos que creer o fiarnos de todo lo que sale por los medios de comunicación de masas?


No se pierdan el tono de acritud y desprecio con el que la locutora presenta el video-informe, tachando de incrédulos a los supuestos conspiranoicos. En realidad, tal juicio estigmatizador va directamente dirigido -como sabemos- hacia quienes acceden, obtienen y/o difunden la información veraz, libre-alternativa, de fuentes independientes, no controladas por los poderes fácticos. Así, para realmente desacreditar, desprestigiar, descalificar y ridiculizar dichas informaciones veraces y a los mensajeros de las mismas, se introducen cuidadosamente en la “noticia” historias rocambolescas (o exageradas a propósito) que -sin embargo, y astutamente- contienen claves verídicas, ciertas, relacionadas con asuntos y temáticas de suma importancia que actualmente están encubriéndose y ocultándose a la población, por parte del poder establecido. De tal forma, salen a colación cuestiones de pruebas nucleares y armas climáticas secretas, de geoestrategia, geopolítica y, cómo no, de ovnis, mitología, dragones-serpientes y profecías, formando un batiburrillo dantesco por el cual se espera que el telespectador, al leer o escuchar en lo sucesivo informaciones veraces de esas cuestiones, las tome por locuras, fantasías o “conspiranoia”, y las desestime sin más.


Pero lejos del cumplimiento de tal intención, los ciudadanos están aprendiendo a marchas forzadas (con experiencias como el gran tongo de la gripe A) a reconocer cuándo les están tomado el pelo y cuándo les están queriendo distraer de lo que realmente sucede y se cuece, no sólo a sus espaldas, sino ya resueltamente delante de sus narices. Porque, como dije antes, los controladores del sistema están tensos, tienen una agenda que cumplir lo antes posible, y tienen prisa: la gente está dejando de ser tan imbécil, inconsciente, indolente y manipulable. LO SIENTO, QUERIDOS MAGNATES Y DESINFORMADORES A SUELDO. YA NO CUELA. Y VUESTRO BARCO SE HUNDE SIN REMEDIO. SAYONARA, BABYS.

Por Freeman en liberacionahora.wordpress.com