EAENKI - TRITÓN - JESUCRISTO
Este
es el sello de identidad personal del “Señor del Código”, “el Creador”, “El Rey
de los Mares” o “Señor del Agua”, Portador de las Semillas de la Creación y Tutor
único de la humanidad; que por provenir de un mundo predominantemente acuático
dentro del Sistema Estelar de Sirio, fue reconocido a través de la historia y
hasta el día de hoy con el símbolo del “Pez”.
Mas por su esencia
acuática al descender a la Tierra, es decir, al encarnar en este mundo físico, ya como humano pasaba a ser energéticamente
el “Anfibio” un Ser de esencia mitad cósmica acuática Siriana (Pez) y mitad Terrena
(humano); por ello se le representó como el “Tritón”, un ser con dominio
tanto para vivir en un mundo de agua (Sirio) como en tierra (planeta Tierra).
Es por esto mismo
que aparece a través de la historia la mención repetitiva de un ser mitológico simbólicamente
zoomorfo con capacidades superiores o suprahumanas, pero reconocido a la vez como
un líder humano real, un verdadero rey histórico ejemplar que vivió y
sobrellevó vidas comunes como cualquier otro ser humano.
En la zona
arqueológica de Teotihuacán encontramos un buen ejemplo de ello, resaltado de manera
especial en el llamado Templo de Quetzalcóatl la “Serpiente Emplumada”, en el
cual se rinde culto a un Rey histórico real encarnado por tercera ocasión
(hasta ese entonces), pero paralelamente se enfatiza su esencia
predominantemente acuática y capacidades suprahumanas que lo colocan o clasifican
en el nivel de un dios…. “Divinidad del Mar” o “Dios del Agua”, señalado con el
símbolo del dios Tlaloc.
La escritora y
vidente Josefa R. Luque Álvarez se refirió a este mismo Rey Atlante (Orígenes
de la Civilización Adámica, Arpas Eternas, Cumbres y Llanuras, etc.) con el
nombre de “Anfión”, término que proviene de la raíz “Anphi” (ambos) y del
término “Ofión” (Gran Ofidio Marino), los cuales unidos hacen referencia a un “Gran Ser de Esencia Acuática, un Espíritu
poderoso con la capacidad de vivir tanto en agua como en tierra”, tal como
un anfibio; símbolos precisos todos ellos del mismo Rey Quetzalcoatl-Kukulkan.
Esta vidente
argentina lo describe enfáticamente como un Espíritu de Luz de alto nivel
evolutivo proveniente del Sistema Estelar de Sirio, que encarnó repetidas veces
en el mundo físico terreno con el propósito de ayudar a la humanidad,
confirmando con ello lo que los grabados maya-toltecas y la mitología de
distintas culturas antiguas también describen. Ella le menciona además de como
“Tutor Espiritual y Mesías”, también como líder y Rey Atlante en una de sus
varias encarnaciones, lo cual coincide y se comprueba directamente con los
grabados del Rey Atlante Tritón en el Templo de Quetzalcoatl-Kukulkan, como
también con los de Palenque.
Esta imagen del
mural en Teotihuacán (México) describe a este Ser llamado Kukulkan o
Quetzalcóatl, divinizado como el mismo Rey Atlante Tritón y por ello se le ve
simbólicamente representado con la figura de un tritón (animal anfibio real
natural), el cual sin embargo se encuentra coronado con un “Penacho Real” o
“Corona Atlante”, señalándolo como Rey histórico de dicho imperio; se le ve tocando
la caracola marina clásica de esta “Divinidad del Mar”, tal como se le describe
en la historia antigua griega coincidiendo con ella y comprobando su veracidad
histórica. Su rostro es el de un felino ya que con ello evocan la Era de Leo de
aquel entonces, Era del Tercer Sol y Época atlante.
En la tradición maya
también se puede ver a este mismo Rey sabio atlante (Pakal-Kukulkan), grabado
en la lápida de su tumba bajo el Templo de las Inscripciones (Palenque, Chis.
Mex.), perpetuado remarcando ocultamente su esencia acuática: aparece recostado
en un lecho marino sobre símbolos acuáticos como la caracola, la concha de
madre perla y el lirio acuático (símbolo continental atlante); porta además de
manera oculta el tridente que lo identifica junto a todos los símbolos en
derredor como el “Rey Atlante” y “Señor de los Mares”… “el Tritón” o último
gran “Poseidón”.
Su especial postura en ese diseño de la lápida señala codificadamente el signo hierático del “Agua” equivalente al “Chaac” (Tlaloc tolteca). Así es entonces este ser un Rey-Guía maya atlante humano terreno histórico (Pakal-Kukulkan), pero así mismo es un Espíritu Elevado de Esencia Cósmica Extraterrena, de origen y dominio acuáticos; todo lo cual lo identifica como “Señor o Dios del Agua” un Ser Cósmico suprahumano de Esencia Original Acuática Siriana.
Otro símbolo
equivalente de este mismo ser en la lápida de Palenque lo encontramos en el
llamado “ChacMool” “Portador del Agua”, el cual es precisamente una imagen
recordatorio del mismo “Dios Chaac”, “Dios del Agua”: Espíritu Divino de
Esencia Acuática Siriana que descendió al mundo como “Creador de los humanos” y
que funge como permanente “Sustentador de
vidas”.
Esta figura del
ChacMool se encuentra en el “Templo de las Serpientes” o “Templo de los
Guerreros” en la ciudad arqueológica de Chichen Itzá en Yucatán (México), la
cual se centra de manera sobresaliente en la veneración del “Dios Descendente
Kukulkan-Quetzalcóatl” “Serpiente Emplumada”, quien porta los símbolos duales
del “Ave” que lo identifica como un Ser Cósmico Espiritual que desciende al
mundo, mientras que la “Serpiente” lo señala como encarnado en un cuerpo humano
terreno.
Pero por si todos esos
símbolos marinos no fueran suficientes, se encuentra ahí mismo señalado (en su
tumba bajo el Templo de las Inscripciones), de manera más específica y
contundente su Esencia Cósmica Acuática
con la forma especial que se le dio a su sarcófago, el cual fue creado para
conformar el “símbolo del Pez”,
remarcando con esto de manera directa alrededor de su cuerpo su esencia original
marina; ya que como un ser libre al haber desencarnado, dejaba el cuerpo humano
y prisión terrena temporal para volver a ser el Espíritu Acuático Siriano que
originalmente era.
Estos mismos
simbolismos se repiten una y otra vez en el curso de la historia y mitología
humana en diferentes culturas, confirmando la importancia y trascendencia de
dichos signos y reconociendo en todos ellos, la esencia única acuática de un
mismo personaje nombrado tan solo de distintas maneras a través del tiempo por
la variación de región e idioma y por la intención de resaltar sus diversas
cualidades, definidas con cada nombre o adjetivo que se le imponía.
Por ello
coincidiendo una vez más se le encuentra también representado en la historia y
grabados Sumerios, en la figura de un líder divinizado llamado “EaEnki” “Dios del agua y de la tierra”, representado
una vez más con las características y capacidades del Anfibio o Anfión, mitad
esencia acuática y mitad terrena; por ello se le puede ver como humano pero
portando un pez como parte característica y sobresaliente de su personalidad, o
mejor dicho de su Esencia Cósmica Acuática original Siriana.
Esta característica
acuática especial y tan definida en todos esos personajes mencionados con
anterioridad, los correlaciona y señala sin lugar a dudas como el mismo Ser: el
mismo Rey “Pakal” y dios griego “Tritón”, mismo “EaEnki” sumerio, mismo hombre
blanco barbado maya llamado “Kukulkan” o el tolteca Quetzalcóatl..
Como soporte a toda
la simbología anterior, se encuentra la propia historia que gira en torno a
cada uno de esos personajes, narrando su función u obra en la Tierra de manera
coincidente. De igual forma sucede con la descripción de cada una de sus
personalidades, ya que en ambos casos y en todas sus versiones se le describe
de manera similar como un Ser de características superiores: un Espíritu
Cósmico de elevado nivel evolutivo que descendió a la Tierra y que fungió como
un “Dios Creador” el cual renació como humano entre los humanos para ser su
Rey, Líder, Maestro y Guía ejemplar. Un ser benevolente, compasivo y de gran
sabiduría que compartió su conocimiento superior con la humanidad de cada Era.
La
historia de EaEnki (como se puede ver en sus imágenes y escritos referentes a la tribu Dogon en la República de Malí, África) no es la excepción a todo
esto, sino que al contrario en ella se confirma todo lo anterior. Sus
tradiciones dicen de manera directa y clara haber tenido contacto con unos
seres cósmicos venidos del Sistema Estelar Binario de Sirio, específicamente de
la “Sigi Tolo” o “Estrella de la fundación” conocida como Sirio A y de “Po
Tolo” conocida como Sirio B.
Estos seres a los cuales llamaron “Nommos” (según su descripción simbólica) eran “mitad hombre y mitad Pez”, es decir un “Anfibio”, símbolo que hace referencia a su esencia cósmica acuática Siriana en unión con la humana terrena debido a su encarnación en este mundo físico.
Los Dogon les describen originalmente como seres benevolentes (los de
Luz) guiados por un líder de gran sabiduría, el cual les ayudó en su vida
cotidiana y les transmitió su conocimiento espiritual y cultural. El símbolo
con el que se le representa es una vez más “el Pez”, con lo que es nuevamente
confirmado como “Divinidad del Mar” o “Señor del Agua”, tal como el Tritón o
Rey Kukulkan (Pakal): Espíritu de Esencia Acuática.
Para constatar una
vez más todo lo anterior, ya en época moderna este mismo Ser Siriano de Esencia
acuática, aparece como el galileo Jesuá
el “Kristo” con el título de “Pescador de hombres” y siempre acompañado del
simbolismo del “Pez”, el cual pasaría a ser signo representativo
inconfundible de sus seguidores y del Cristianismo.
Al igual que el poderoso Rey Tritón o Poseidón,
Jesuá el Kristo tenía el dominio sobre el agua: el poder para “llamar a los peces”, el control de “caminar sobre las aguas” y “calmar
tempestades”. Además su simbología moderna característica conlleva el
término “Ichtus” o “Ichthys” (ΙΧΘΥΣ, ['ix.θys]),
el cual tomado del griego se traduce como“Pez”.
Mas sin
embargo no solo eso abarca ese código que acompaña al Kristo, ya que la raíz
“Ich” de dicho concepto “Ichthys” deriva de la lengua maya antigua el Kananeo y
significa “Semejante”, “Rostro, Imagen o Fruto” y es empleado directamente en
el texto Bíblico del Génesis para nombrar a los seres humanos “recién creados” a
“Imagen y Semejanza de su “Dios Creador” identificado en su manifestación al
mundo, una vez mas con el símbolo del “Pez”.
Dice el texto
sagrado que “el Eterno” al crear al hombre (según lo narrado en la Torá,
Génesis 2,23) “…..lo llamó Ish” (del griego “Isos” “igual”), término que proviene
de la raíz madre “Ich”, señalando con ello que el “Creador de los humanos” les
hizo a su imagen, es decir: de acuerdo y con la conformación de su propia Genética Acuática Siriana señalada con el
simbolismo del “Ichtus” “el Pez”.
En base a
todo lo anterior, confirmado una y otra vez en escritos y símbolos sagrados de
diversas fuentes de culturas distintas las más sobresalientes, debemos los
seres humanos ya aceptar y comprender con mente abierta y revolucionada, el
hecho de que al igual que nuestro Creador de Esencia Acuática Siriana portamos los
humanos en nuestra integridad las mismas características y capacidades
superiores propias de aquel Sistema Estelar llamado el “Kan Mayor”, el cual no
por nada es considerado “Sol Gemelo” de nuestro propio Sol regente del “Sistema
Solar”.
Somos el
“Ich” “fruto” del “Ichtus”, “Seres de Esencia Acuática Siriana” creados a
partir de la propia Esencia Siriana del “Dios Pez”. Por lo tanto somos de igual forma que Él, los “Anfibios” ya que
portamos en nuestra integridad la Esencia Bioenergética Acuática Cósmica
Siriana por herencia divina y la materia Biofísica Humana Terrena que en combinación
dieron como resultado la aparición del “Homo Sapiens”.
La referencia al
Sistema estelar de Sirio como eje central e importante de la Creación de los
humanos, no solo se puede encontrar en la cultura Dogon, sino también dentro de
la Egipcia, Maya atlante y Lemuriana, las cuales reconocen a la “Constelación
de Sirio” con el nombre de “Ahau Kan”, el “Kan Mayor”, “Serpiente Mayor” o
“Serpiente Reina”; siendo un grave error de traducción posterior (debido al olvido
por el paso de miles de años y cambios de región y lengua), el concepto de ‘perro’
para el término de “Can” o “Kan”, ya que éste es un nombre prehistórico
proveniente de la lengua original maya-atlante “Kananeo Antiguo” que significa
“Serpiente”.
Pero se debe tener
en cuenta que por una parte se encontrará “la
Serpiente terrena” símbolo serpentino maya atlante “AhauTsab Kan” “Gran
Serpiente de Cascabel”, la cual es portadora y medidora del “tiempo-espacio”
terrenal y por ello, símbolo de la encarnación del Alma en el nivel denso
físico: con su cascabel lleva la medida del tiempo al ir agregando (según la
creencia popular) cada año un cascabel a su cola y con su cuerpo señala el
ciclo de reencarnaciones en el plano físico de tercera dimensión (límite
espacial), con cada muda de su piel como cuerpos que va dejando el Alma y
demostrando con ello que la muerte no existe.
Por otra parte a
diferencia de lo anterior, encontraremos el símbolo de una “Serpiente Cósmica Solar” con la cual fue representada la
Constelación de Sirio reconocida desde la prehistoria con el nombre sagrado de
la “Ahau Kan”, llamada por ello también “Dragón”.
Por esto mismo es
que “el Creador”, “Ser Cósmico Acuático Siriano” además de portar el símbolo
del “Pez” se le asocia y se le ve acompañado de manera constante por una
“Serpiente” o “Dragón”, evocando con ello su lugar de origen, su Sistema Solar
o Estelar natal Siriano. Cuando se le acompañaba con la serpiente terrena de
cascabel se enfatizaba el hecho de que encarnó o entró en el ciclo de reencarnación
física en la Tierra.
Es así como tanto en
el “Libro de la Duat” o de la “Cámara Oculta”, como en el Libro de los Muertos
aparece junto al “Creador”, el símbolo de la serpiente cósmica o serpiente
alada haciendo referencia directa a su Esencia de elevado nivel y a su Constelación
de origen: el Sistema Estelar de Sirio “Kan Mayor”.
La
ciudad arqueológica de Palenque, lugar de retiro o destierro del mismo “Señor
del Agua” Kukulkan (el rey Atlante tritón y EaEnki sumerio) es también conocida
con el nombre “NachanCaan” con el cual se reconocía como “Tierra (casa o lugar)
de la Serpiente Celeste”; esto nos descubre la referencia directa al cielo, a
una serpiente en el cielo o Sistema Estelar Serpentino: por excelencia la gran
serpiente de nuestra bóveda celeste la “Ahau Kan” o “Kan Mayor” Constelación de
Sirio.
Su
simbología se encuentra representada de manera sobresaliente en la parte alta
del diseño de la lápida de Kukulkan (Pakal) en Palenque bajo el Templo de las
Inscripciones. A manera de estandarte se levanta por encima del propio Rey, en un
mástil (cruz) que en lo alto lleva a la “Ahau Kan” “Gran Serpiente Reina” o
“Dragón”; mas especificando que hace referencia al Sistema Estelar Binario
Siriano es representada con la unión de dos “Serpientes Cósmicas Solares” que se
entrecruzan.
Esta imagen serpentina en el diseño de la Lápida,
sabemos que hace referencia (en uno de sus niveles de decodificación) a una
constelación y en ella a un sol especifico, porque no es una serpiente común
sino la gran “Serpiente Cósmica Solar Ahau Kan” llamada también “Dragón” por
sus cualidades ígneas, pero además porque al decodificar la imagen en un nivel
más profundo, se ve que los dragones con su cuerpo forman un Sol, símbolo de un
Sistema Estelar específico.
Quede claro entonces
que el signo del “Pez” representa o hace referencia a la propia Esencia
Acuática Siriana personal del “Creador de los Humanos”, por el planeta de agua del
cual proviene específicamente; y que el símbolo de la “Serpiente Cósmica” o “Dragón”
representa a la Constelación completa del “Kan Mayor” o “Ahau Kan”: el Sistema
Estelar de Sirio al que pertenece dicho planeta.
Habiendo
identificado a este Ser Superior Cósmico Espiritual ya como el mismo y único
“Creador de la Humanidad” a través de los tiempos y regiones distintas del
planeta, en base a la constante aparición de su misma simbología, repetida
historia y características personales, conjuntamos toda la información en su
derredor para concluir lo siguiente:
Este importante y
trascendente personaje es un Genetista
de naturaleza cósmica acuática que descendió a nuestro mundo hace miles de años
proveniente del Sistema Estelar de Sirio con el único propósito de crear una
especie humana que ayudara en el Proceso Evolutivo de Trascendencia de la
Dualidad a la Unidad Consciente.
Tuvo
varias encarnaciones en diferentes épocas y regiones de este planeta, a través
de las cuales continuó transmitiendo su semilla y sabiduría, siguiendo de cerca
el proceso evolutivo de aquellos que para él serían en adelante y por siempre
sus hijos, su mismo Linaje Solar, su Línea de Sangre o Sangreal.
Este proceso como un proyecto de vida, conforma un Gran Plan Divino de repercusión evolutiva no solo terrena sino cósmica interestelar, por lo cual es supervisado por las varias razas madres que colaboraron con este Tutor de la humanidad terrena desde el principio de la creación.
Fue por todo eso
(que formaba parte también de su evolución personal), que bajó a la Tierra desde
el principio conformando parte de una Gran Hermandad Cósmica junto a la cual
trabajó para preparar el nuevo mundo en el cual se llevaría a cabo el Gran
Proyecto Humano: un planeta joven que fuera un espacio adecuado para esta labor
de trascendencia Universal.
Así fue que 12
principales razas de “Polaridad Lumínica” o “de Luz” junto con su dualidad o raza
contraparte de “Polaridad de Oscuridad”, fueron enviadas a este nuevo mundo por
un Poder Superior y Ley Cósmica Divina para trabajar conjuntamente en este nuevo
planeta, que a partir de entonces pasaría a ser una “Reserva Ecológica Cósmica” protegida.
Todos los grupos de
razas polares convivirían y trabajarían juntas debiendo enfrentar y superar su dualidad externa, aprendiendo de la nueva
especie que para ello sería creada: el “Homo-Sapiens”.
Fue por ello conformado este mundo y sus habitantes con la dualidad interna conjunta-individual, la cual permanecería dentro
de cada Ser Humano en una lucha continua natural por oposición polar energética
inherente, hasta que llegara el momento en que lograra el equilibrio y fusión consciente
de ambas energías: “la neutralización de
su polaridad interior”.
La diferencia entonces
deberá quedar clara: en los Seres Creadores o Dioses Descendentes la “dualidad
la viven de manera externa o separada” con su contraparte raza polar opuesta.
El Ser humano en cambio vive su “dualidad individual interna conjunta” como
parte de un proyecto cósmico de aprendizaje y salto evolutivo, tanto para Seres
Cósmicos Extraterrenos como para los propios seres humanos, comprendidos por
ello como una “Creación Especial de elevado ideal”.
Esta nueva creación cósmica
especial llamada “Homo-Sapiens” es vigilada y protegida bajo Ley Cósmica Divina
por Altas Potencias Arcangélicas, es decir Seres Espirituales de evolución mayor,
de nivel superior al humano, e incluso superior al propio de los “dioses
descendentes” que crearon y cuidan la evolución terrena. Estas grandes
potencias superiores en cambio vigilan y controlan a todos los involucrados en
este Gran Proyecto Tierra, tanto a terrestres como a extraterrestres por el
equilibrio y evolución Universal.
Cumpliendo
entonces con un Plan Cósmico Divino Superior, este Creador y Genetista acuático
Siriano conformó al Ser Humano aportándole el gen propio de su especie y
transmitiéndole al mismo tiempo de manera interna y externa, sus valores
Espirituales y Conocimiento avanzado, ayudando de manera permanente en su proceso
evolutivo, para lograr el éxito planeado, pero sin brincar el espacio personal
de vivencia individual por respeto a la Ley del “Libre Albedrío”.
Llamado “Nudimmud” el “Dios Creador” o “Ea” “Señor del Agua”, este “Dios Descendente” entró en el proceso de la “Rueda de las Encarnaciones”, pasando a formar parte activa humana entre su misma creación. Así fue que viviendo en el mismo nivel físico experimentó la vida densa tal cual la vivían los terrenos en la tercera dimensión, involucrándose por ello, no solo de manera física sino emocional creando una fuerte conexión y lazo afectivo con los humanos.
Fue así como se originó desde entonces y
hasta el día de hoy en que aún prevalece, la llamada “Línea de la Rosa”, el
“Sangreal” o “Santo Grial”, que guarda, sigue y mantiene su lazo energético,
genético y consanguíneo original Siriano. El Cáliz Divino, por lo tanto, es el
propio Ser Humano llamado “Homo Sapiens” el cual porta la Sangre Divina y en
ella el Gen Cósmico del “Dios Pez” EaEnki, el “Ichtus” al cual se nombró para
la posteridad como “el Kristo”.
Itzen Caan
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