Recuerdos de la Atlántida (12ª Parte)



La Línea de la Rosa  y las Jornadas Mesiánicas.

Cuentan los Escritos Sagrados maya-atlantes que por NUEVE OCACIONES BAJÓ A NUESTRO MUNDO UN SER ESTELAR llamado “KINICH AHAU” “SEÑOR SOLAR”. Este conocimiento es clave para el despertar de la humanidad y por lo mismo, se le encuentra continuado  y confirmado  en Egipto, dentro de la cosmogonía del Templo de Heliópolis en donde existe coincidentemente la llamada “ENÉADA”, que simboliza la UNIÓN DE NUEVE DIOSES, teniendo todos la misma esencia de  “RA” “EL DIOS SOLAR”.

En prolongación de esa misma verdad se encuentra en el Hinduismo la historia de “VISNU” “EL CREADOR”,  del que  igualmente se sabe que ENCARNÓ EN ESTE MUNDO POR NUEVE OCASIONES en cada una de las cuales se le da el título de “AVATAR”; lo mismo se afirma de Jesuá el Cristo, y tanto en la historia de Kukulkan, en la de Jesuá, como en la de Visnú, escrito está que SU DÉCIMA VENIDA MARCARÍA EL FIN DE LA OSCURIDAD TERRESTRE.

Esta unificación de identidades e historias no es nueva, pues reconocidas son ya las coincidencias entre esos Iluminados, Avatares o Líderes Espirituales los más sobresalientes de toda la historia alrededor del mundo. Diversos investigadores reconocen coincidencias notables por ejemplo, en su nacimiento y modo de haber  sido engendrados, en su mismo nivel Espiritual o Divino y en los  símbolos constantes en su derredor como lo son la “Estrella”, la “Serpiente” y el “Ave”, así como también en la base original de su Filosofía.

Todos los Escritos Sagrados le describen como un Ser de alto nivel  evolutivo que creó y  ayudó a los seres humanos a crecer, a saber y a existir con un PODER DE PERCEPCIÓN ESPIRITUAL ÚNIFICADO. Un líder sabio, amoroso y bondadoso el cual les ayudó a desarrollar y potencializar sus capacidades mentales y físicas, con lo que lograrían consecuentemente y con el paso del tiempo “elevar la vibración integral de su Ser mas allá de la Cuarta, hasta la Quinta Dimensión”; lo cual ahora comenzamos a vivir como una realidad latente!.

Y a pesar de todos los intentos de la oscuridad por ocultar y destruir esta Verdad Esencial e imprescindible para el despertar y la evolución del ser humano, por doquier alrededor de este mundo y en diferentes tiempos, ella vuelve a renacer, resurge y florece donde menos se le espera porque es imperecedera e indestructible como la misma Esencia Divino Solar a quien representa y que le anima; y por que además pertenece por Ley Divina y es parte fundamental de la evolución de los seres y el planeta mismo.


Así encontramos en escritos modernos por ejemplo, que en su legado literario la escritora y canalizadora argentina Josefa Rosalía Luque Álvarez, también nos habla de este mismo y único guía de la humanidad; ella en su percepción acertada visualizó a un SER CÓSMICO DE ALTO NIVEL ENCARNANDO POR NUEVE VECES en diferentes tiempos y lugares, en los cuales le reconoció como: Juno, Numú, Anfión, Antulio, Abel, Krishna, Moisés, Bhuda y Jesuá el Cristo.

Debe por todo esto la humanidad ahora, en el despertar a esta Nueva Era o paso a la Quinta Dimensión, de recordar y reconocer  a este único Tutor Cósmico de la humanidad y su Herencia Divina, para así recordar y reconocer su propia verdad humana y Esencia Espiritual unificada. Se le puede llamar: Juno o Huno, también Ra, Mu, Numú o Khnum; Tritón, Anfión, Kukulkan o Viracocha. También se le puede llamar Osiris, Antulio, Krishna, Bhuda, Moisés, Isa o Jhasuá. Todos esos son tan solo distintos nombres pero su Esencia Solar y Alma es única, la misma.

Para los seres humanos que saben que “todo es causal” y no ‘casual’ en el Universo, será ya clara esa unicidad y misma identidad espiritual en todos estos Mesías, lo que da como resultado el reconocer a un único Tutor de la humanidad terrestre, para todos, el mismo. Claro está que este Ser no vino solo, sino conformando parte de una Hermandad Cósmica de Luz que coopera con Él y le dan seguimiento al mismo proyecto.

“Divide y vencerás” es la táctica de la oscuridad, pero también es una verdad que alimenta y da poder al hombre que la comprende a profundidad y la sabe revertir: LA NUEVA ERA LLEVA EL RITMO Y MARCA LA PAUTA HACIA LA UNICIDAD INTEGRAL DE LA HUMANIDAD Y EL RECONOCIMIENTO DE SU ESENCIA CÓSMICO SOLAR. Para lograr el salto cuántico armónico debemos vibrar y vivir a ese su ritmo, reconociendo y viviendo esta unidad humana en verdad desde nuestra mente y corazón, descubriendo la misma esencia y origen en todos y cada uno de los credos, historias y razas.

Teniendo claro esto en nuestra mente podremos seguir avanzando, podremos ir más adelante y seguir comprobando y asimilando la verdad de este Tutor Único y su Plan Cósmico Divino.

Símbolo Solar de “Dios manifestado” en el plano físico (Gen Solar).  Unión de las fuerzas polares formando juntas el “Ollín” (una X) “el Verbo”, remarcando con un círculo el centro: “la Quinta Esencia” “el Espíritu Divino”.

Un Gen de Energía Solar Espiritual propia, fue el regalo de este “Ser Portador de la Quinta Esencia”; mas para realizar dicha labor titánica, trazada previa en un PLAN CÓSMICO bien definido conocido como la “LÍNEA DE LA ROSA”, tuvo que bajar a nuestro mundo integrándose a él, densificando su materia solar, es decir, encarnando o renaciendo a la tercera dimensión por nueve ocasiones memorables, mismas que fueron representadas grabadas en los muros dentro de uno de sus templos y en derredor de su Lápida bajo el Templo de las Inscripciones en Palenque.

Escrito está, que para cumplir con dicho Plan Cósmico siguió entonces el mismo proceso natural de procreación y nacimiento humano, pero sin perder sus capacidades y potencial Espiritual Solar, lo que lo distinguió siempre del común humano haciéndolo brillar tanto en su personalidad como en cada uno de sus actos, llevándolo a vivir como un Maestro, un Iluminado, un Mesías, un Avatar, un Guía y Líder Espiritual en todas y cada una de sus encarnaciones.

Sacerdotes maya-atlantes lo dejaron inscrito a través de la historia de “Nueve Señores, Reyes o Dioses” a los cuales en la actualidad y dentro de la arqueología se les conoce como los “NUEVE SEÑORES DE LA NOCHE”. Cuentan que estos nueve dioses eran en realidad uno solo, el mismo, pues se trataba tan solo de representar y narrar que por nueve ocasiones en diferentes tiempos y lugares vino un mismo Ser de Luz de alto nivel evolutivo a nuestro mundo.

Prueba de ello es la secuencia y misma esencia que guardan los reyes o dioses mayas conocidos como GI, GII y GIII, que son en realidad la representación de las tres primeras y mas antiguas encarnaciones o vidas físicas de este Ser Solar en Lemuria y Atlántida. A este Ser se le descubre representado en todas las culturas del mundo identificándolo por su característica Solar: los rayos solares, el aura, las plumas de ave preciosa, el león, el disco solar o el dragón (serpiente cósmica). Símbolos todos representativos de su Esencia Solar y elevado linaje.

Nueve “Señores de la noche” estaban grabados en derredor de la lápida de Kukulkan en Palenque, Chiapas, cuando fue descubierta la tumba y posteriormente los arrancaron del muro y desaparecieron.

En la propia “Torá” maya atlante o “libro pétreo original” (Lápida de Pakal o Kukulkan) se describe paso a paso el Plan de Herencia Divina conocido también como “Línea de la Rosa”. En él se ve, al decodificar la imagen, la manera en que se realizó la transmisión del Gen Solar Espiritual el cual se encuentra representado en dicho diseño por el símbolo de “Dios manifestado”, mismo que está compuesto por el símbolo del “Ollín” o “el Verbo” y las fuerzas creadoras femenina y masculina, símbolos que en su poderosa unión dan por resultado la creación de un nuevo Ser con el poder de la Esencia Espiritual Solar.

De modo impresionante y perfectamente planeado, se muestra en esa parte del diseño al decodificar el grabado original, a dos “Dragones” los cuales corresponden a los “órganos reproductivos masculino y femenino”. Posicionados uno frente al otro se observa (al ir abriendo la imagen), como sale del dragón masculino (hombre) un esperma doble el cual se dirige en línea recta hacia el dragón femenino (mujer), para penetrar en él y fecundar el óvulo en el cual se proyectará la chispa divina de vida (Alma) que dará origen a la formación de un ser humano con el nuevo don genético Solar y su poder de Conciencia Espiritual.

Veremos enseguida una sintetizada secuencia de esas imágenes decodificadas, en las que se aprecia a los dos dragones y al ir siguiendo con detenimiento dicha progresión de imágenes se podrá ver todo el  proceso de fecundación, procreación y nacimiento del nuevo ser. En este diseño que forma parte del génesis maya atlante, esta fecundación en particular se da con un par de espermas (esperma doble) que dan por resultado el nacimiento de unos gemelos, tal como lo narran los textos indios antiguos.

Aclaro que ninguna de las imágenes de los grabados maya atlantes que traduzco ha sido alterada, sino solamente decodificada por un proceso de desdoblamiento de imágenes (las cuales aparecen como puestas en un obelisco que se gira), siguiendo la base de la dualidad indicada por el mismo patrón original del diseño.

“Proyecto Divino de transmisión Genética Solar llamado Línea de la Rosa”

“Dragones”, órganos reproductivos femenino (arriba y de frente) y masculino (abajo y de cabeza).
Parte decodificada del diseño de la Lápida de Kukulkan “Biblia pétrea” (Templo de las Inscripciones).

Imagen de dragón masculino. Comparativo con aparato reproductor masculino.

En esta primera imagen se ven los dos Dragones, femenino (arriba) y masculino (abajo) uno de frente al otro y unidos por dos lazos energéticos (Amor), correspondiendo esto al momento del acto sexual humano de fecundación, de unión para la procreación. Es al mismo tiempo la manifestación de la energía cósmica dual, la bipolaridad de la vida, las fuerzas opuestas  de la naturaleza que se unen en su ‘lucha eterna’, en su ‘danza infinita’ y  van creando, van dando forma a la existencia.

En este nivel de decodificación como vemos, el Dragón a mas de simbolizar los órganos reproductivos masculino y femenino, es una expresión de “la Manifestación de la Energía Cósmico Solar Divina, la cual se proyecta desde un plano etéreo-espiritual para luego reaparecer en el plano denso físico-biológico” para manifestarse a través del humano; por esto mismo es que la semilla embrionaria en el óvulo, como se verá enseguida, esta representada con el símbolo Solar de “Dios manifestado”.

Obsérvese que él lleva corona pues es un Rey, y ahora enseguida ella porta ya la Flor de Liz (símbolo de linaje real) pues es ya su reina. En su unión amorosa y correspondiendo a la propia naturaleza humana, la siguiente imagen muestra que ha comenzado ya el acto de fecundación y se ve el interior de cada dragón (órganos sexuales). En el dragón masculino se observa que ha empezado a salir el líquido seminal que irá a través de la vagina, a fecundar el óvulo.


El “Dragón” es como las demás figuras en la Lápida, un símbolo de múltiples significados. Espiritualmente es símbolo de “Estirpe Cósmico Solar” y físicamente de la “fertilidad”, es decir de la “Energía Cósmica Divina y Sexual” (kundalini) en la cual reside el poder creador que da vida al ser humano. Como tal se le encuentra codificado en la Lápida, formando parte del “PLAN DIVINO GENÉTICO SOLAR”; ahí mismo se ven además los lazos del ADN que en otro nivel de decodificación (explicado anteriormente en Recuerdos de Atlántida parte #9) conforman la “Rueda de las Encarnaciones”.

El óvulo ha madurado y se encuentra ya preparado para recibir al esperma.

En la imagen a continuación, se ve en el dragón masculino cómo del semen ha sobresalido un esperma doble y fecundado el óvulo. En el clímax del acto sexual, aparece un símbolo con la forma de un pequeño “escarabajo” dentro del dragón femenino; éste escarabajo representa el “Alma” del ser que se está engendrando en ese instante, descendiendo del plano etéreo-espiritual hacia el nivel físico para tomar cuerpo, es decir que se está integrando para encarnar en este plano denso con una bien definida misión a cumplir en pro de su evolución y de la vida en general.


En el dragón femenino, el óvulo ya fecundado y con el Alma integrada en él, se transforma  en el símbolo de “Dios manifestado”. Maravilloso!. Una chispa (Alma) de Dios Único “Hunab Ku” que se ha proyectado al plano etéreo físico por la fusión poderosa de la esencia bioenergética de dos seres humanos en el óvulo, que a partir de entonces será su hogar, su templo sagrado, con el cual podrá manifestarse en el plano físico para crecer, aprender y madurar en una aventura de vida física.

Debemos con esto comprender a profundidad la magnitud verdadera de ese proceso de fecundación, de ese acto sexual el cual no sólo tiene repercusión física-biológica como comúnmente se percibe, sino que paralelamente de forma simultánea trasciende hasta niveles etéreo-espirituales logrando conexión efectiva directa con Altos Planos Divinos. Esto confirmado, explicado e inscrito en esa piedra sagrada por sabios sacerdotes de la antigüedad, como una Verdad que debía perpetuarse.


En seguida se verá en la continuación de la secuencia de la misma imagen en evolución, que esa semilla fecundada por el esperma dual, se separa, se divide comenzando el proceso de formación corpórea para un par de seres a los cuales llamamos  “Gemelos”; por ello, la imagen siguiente muestra de modo individual dos chispas o semillas divinas, es decir, dos “almas” que animan cada embrión de dichos gemelos, dos símbolos de “Dios manifestado”.

Un detalle importante es, que se muestra sobre estas semillas gemelas el numeral “tres” indicando la “manifestación trina” de las mismas, es decir, que estos seres están conformados ya de forma íntegra como seres físicos, álmicos y espirituales, proyectados simultáneamente en tres niveles distintos.

Después de ver y analizar éstas imágenes es que se comprende mejor lo que es a profundidad el acto sexual y el por qué en la antigüedad se le consideró como algo “sagrado” y por ende en la actualidad se le debe reconocer como tal, pero sin caer en la exageración; debemos verle como algo natural pero con sumo respeto, mas no como algo pecaminoso y degenerativo como así lo han desvirtuado y ensombrecido las fuerzas o poderes oscuros. Se debe Ser Consciente de que el acto sexual es en realidad un movimiento y manifestación de una energía poderosa de alto nivel solar cósmico espiritual.

Momento del nacimiento de los gemelos, el parto.

En otra parte de la decodificación del diseño (otra página del Libro original o Torá pétrea),
  se ve a la mujer en posición de parto.

Terminado el proceso de desarrollo y madurez de ambos seres en el tiempo natural de nueve meses de gestación, se manifiesta en el centro de la misma imagen del diseño de la Lápida (imagen anterior), un símbolo con la forma del útero y se ven saliendo de éste, las cabezas y manos de ambos gemelos naciendo en un proceso natural, tal como sucede con los humanos en los que el bebé en el parto sale naturalmente con la cabeza primero.

Magistral verdaderamente y precisa  la manera en que fue realizada la secuencia en el diseño y codificación del grabado de la Lápida de Kukulkan o Kinich Ahau “Señor Solar”; y cómo no habría de serlo si él mismo se encargó de dirigir esa obra maestra pues él es “el Señor del Código”.

Nada en ese diseño se colocó al azahar, ni nada aparece por casualidad. Ahora esto debe reflejar en nuestras mentes la magnitud de tal elevado conocimiento que en nuestra ciudad sagrada Nakan (Palenque) se recibió y resguardó, y que aún se conserva en lo profundo del Templo de las Inscripciones al igual que en otros de sus templos, (siendo cada uno de ellos “una página” del “Libro Original, Biblia Pétrea” mismo que en su conjunto todos esos grabados y templos conforman), para transmitirse en la actualidad al mundo entero.

Ese proceso de propagación del gen cósmico de manera natural sexual, lo inicia Él, el “Kinich Ahau” “Señor y Rey Solar” con su propia semilla, al unirse con una mujer terrena cuando se encarna por primera vez y vive como humano en nuestro mundo una vida ordinaria pero dándole su brillo personal. Ahí comienza a transmitir su gen solar de manera directa y a mas de modo indirecto, también se propaga a través de su descendencia, la cual se multiplica gracias a sus varias venidas y encarnaciones en diferentes épocas y puntos del planeta en el transcurrir de miles de años, naciendo cada vez entre civilizaciones de distintas culturas alrededor del globo.

La Rosa y la Cruz, símbolos de la unión de la energía Crístico Solar proyectada al plano físico. Unión de la energía femenina (Rosa o Rosellón) y la energía masculina (Cruz) perpetuando juntos un linaje real simbolizado por el Lirio o Flor de Liz con la ayuda de la Fuerza de Adhesión más poderosa….el Amor (corazón).
(Capilla Rosslyn).

Así, de manera oculta su Verdad, Sabiduría y Poder Espiritual Solar se propagó en la Tierra hacia toda la humanidad a través de la transmisión y procreación genética, codificados en el ADN de su semilla. ¿Quién lo imaginaría?. De igual modo secreto era esa verdad difundida y perpetuada alrededor del mundo en grabados, escritos, dibujos, etc.

Equivocadamente, creyendo que destruía y detenía esa transmisión de la Verdad y Poder Espiritual, la oscuridad destruía los Libros Sagrados, los Templos y Escuelas Iniciáticas, acallaba a los que hablaban de ello y ocultaba la verdad o la distorsionaba enseñando mentiras; pero nunca se imaginó que la Luz y Sabiduría Divina era mucho más poderosa y que en realidad llevaba a cabo con gran éxito un plan secreto, el cual hoy se conoce como “línea de la Rosa”.

Esa Verdad Única que le mostraba al hombre cual era su origen, su linaje espiritual y le aclaraba tantas dudas, y que contenía en sí el Poder Divino heredado al humano, se difundía no verbalmente ni de manera escrita………… sino genética!.

La imagen anterior del “Rosellón” de la Capilla Rosslyn, como puede verse en su simbología, explica todo lo anterior: la “Cruz” como símbolo cósmico masculino Crístico Solar unido a la “Rosa” símbolo terreno femenino, acompañados por ocho Flores de Liz, símbolo de “Linaje Real” que junto a la gran flor (Rosellón) dan en total las NUEVE FLORES o FLORECIMIENTOS lo que equivale a “NUEVE RENACERES” del Cristo; todo lo anterior circundado y confirmado por un Aro dentado símbolo de la “Rueda de las Encarnaciones”.

A su descendencia, fruto de la transmisión genética Crística se le nombra simbólicamente “los Hijos del Sol”, es decir los “hijos del Señor Solar”, “Seres con su misma genética cósmica solar”.

Kukulkan Rey maya atlante portando “penacho de Ave de Paraíso” símbolo solar del Avatar o Mesías.
 Tercera encarnación del Kinich Ahau “Señor Solar”. Lleva en su mano derecha un lirio o “flor de Liz” símbolo de su linaje real. En la mano izquierda trae una serpiente, símbolo de rencarnación.

Es entonces todo este proceso de propagación del Gen Kristico Solar en la humanidad alrededor de todo el planeta Tierra a través del transcurrir de  alrededor de 25,000 años, lo que se conoce como la “LINEA DE LA ROSA”.

Contrario a lo que creen algunos investigadores, esta línea hereditaria de linaje Krístico Solar, no se inicia con Jashuá y Maria de Mágdalo sino con y  desde la primera vez que este Ser Espiritual encarna en la Tierra y tiene descendencia en tiempo antediluviano, la cual continúa ocultamente alrededor del mundo a través de sus posteriores encarnaciones (Avatares), en diferentes tiempos y lugares.

Esto no solo lo explican y confirman los símbolos antiguos y esotéricos manejados en los Sagrados Misterios de diferentes culturas y épocas, en leyendas y en los grabados y construcciones de la masonería; sino que de la misma manera oculta simbólica, es explicado y transmitido en la actualidad subliminalmente por un objeto sagrado propagado por un “Ser Cósmico Espiritual Femenino” que se “aparece” o “proyecta” a los humanos y les insiste en traer consigo, ‘orar’ o ‘meditar’ con dicho objeto: el “ROSARIO”, símbolo por excelencia de la  “LINEA DE LA ROSA”.

ROSARIO = ROSA + ARIO

ROSA = SÍMBOLO DE LO FEMENINO, EL CALIZ, EL GRIAL.
ARIO = SÍMBOLO MASCULINO. Palabra sánscrita y avéstica “ARYA” que significa NOBLE, LINAJE REAL ANTIGUO.

ROSARIO = Conjunto de eslabones (humanidad) en “línea”, divididos en cinco partes (cinco tiempos, Eras o Soles), unidas todas por un “hilo” (línea de sangre) que tiene como principio y fin la “CRUZ” (símbolo antiguo y universal de la manifestación de la Energía Cósmica Divina en el plano físico y de un Ser de alto nivel Espiritual, el Kristo Kósmico llamado Solar, Tutor único, el mismo para toda la humanidad). Nombrado Rosario por ser la “Rosa” el símbolo femenino base oculto que lo conforma (Cáliz o Grial) y que contiene la sangre o semilla de su contraparte masculina Crística (“Ario”, Noble). La Rosa sostiene, propaga y perpetúa la línea de eslabones (Linaje) en la Tierra.

RosArio “Línea de la Rosa”.